Los socialistas, insatisfechos con la explicación del ministro del Interior sobre los sucesos del jueves

El Grupo parlamentario Socialista presentará una moción sobre los sucesos ocurridos el jueves en Madrid que determinaron la muerte de dos jóvenes, por disparos de la policía. Los socialistas no se dan por satisfechos con la respuesta que el ministro del Interior, Antonio Ibáñez Freire, ofreció ayer ante el Congreso de los Dipu tados, a una pregunta formulada por el líder socialista, Felipe González. Tras concluir este trámite parlamentario, pudo detectarse un clima de clara decepción, en las filas de Unión de Centro Democrático. Fueron numerosos los testimonios directos de parlamentarios centristas que lamentaron el tono de la intervención del ministro.

Felipe González, en nombre de todos los grupos parlamentarios, y advirtiendo que por esa circunstancia trataría de objetivar al máximo su intervención, pidiendo excusas por adelantado ante posibles valoraciones personales, formuló al ministro del Interior una pregunta sobre la muerte de dos jóvenes de veinte y veintitrés años, el jueves en Madrid, en el transcurso de una manifestación no autorizada.El líder socialista argumentó que el coste de la democracia está resultando muy fuerte en este terreno, y que acontecimientos como el que motivaba la pregunta son insólitos en los países que nos rodean, y no sólo en aquellos con democracias estabilizadas, sino, dijo, incluso en Portugal.

Ocho muertos a lo largo de 1979, añadió, es un saldo elevado, «in comparablemente mayor al de cualquier otro país». Advirtió que «de ninguna manera estamos enjuiciando la actuación de dos, tres, cinco o veinte policías concretos », y añadió que no olvidaba el largo sufrimiento de la policía, muchos de cuyos miembros están muriendo por defender la democracia.

Se refirió después a la ley de Policía, aprobada hace un año, y se preguntó por qué no es eficaz aquella norma. Explicó luego que este tipo de manifestaciones ¡legales y violentas se dan en otros países, aunque, sin estos resultados. Y prosiguió explicando que, personalmente, conocía las situaciones difíciles de muchos policías que viven en Madrid en condiciones poco satisfactorias. Y concluyó pidiendo una explicación de lo que había pasado el jueves y porqué había pasado.

Ibáñez Freire subió a la tribuna y comenzó por distinguir entre la manifestación legalizada, «que no tuvo incidente alguno», convocada por la Federación de Comisiones Obreras de Madrid, y la ilegal, promovida por otros grupos de personas. A continuación, reprodujo lo que llamó «informe técnico», que contiene sustancialmente los datos facilitados en la nota oficial que el Gobierno Civil distribuyó ayer, haciendo énfasis en la actitud prudente de la Policía Nacional y en el hecho de que uno de los jeeps de las Fuerzas de Orden Público que se encontraba en la zona de los incidentes se vio rodeado de forma muy violenta por un grupo de manifestantes, que produjeron serios daños al vehículo. «Tengo fotografías», dijo, y anadió que la dotación del jeep, «para no ser arrollados ni linchados», se vio precisada a hacer disparos al aire.

Explicó luego que José Luis Montañés trabajaba en una agencia de viajes, que estuvo matriculado el curso pasado en la asignatura de Sociología en la facultad de Políticas, y que este curso no estaba matriculado en ningún centro universitario. Respecto de Emilio Martínez aseguró que el curso 77-78 cursó estudios de ingeniería técnica, pero que ni el pasado ni el actual se había matriculado, aunque «frecuentaba la escuela con gran asiduidad».

Tras el relato de los hechos, los comentó en los siguientes términos: hubo premeditación, porque tengo informes para anunciar y afirmar «que en cierta facultad se celebró una asamblea de curso convocando a la manifestación no autorizada y dando consignas contra la fuerza pública».

En esa misma asamblea, según el ministro, se advirtió que en el caso de que hubiese algún herido, o detenido, o incidentes de importancia, se contactase con la coordinadora, porque existía un piso, con médicos y abogados preparados para intervenir, «piso cuya dirección y teléfono tengo a su disposición». Explicó también que hubo once heridos entre las FOP, un ataque al jeep muy violento, y que los miembros de su dotación resultaron heridos, como puede demostrarse por los partes de la casa de socorro donde los atendieron. Hizo hincapié en explicar que los mandos trataron de esclarecer las responsabilidades desde el primer momento y que, por iniciativa de jefe superior de Policía de Madrid la dotación del coche que disparó acudió voluntariamente ante el juez.

Comentó después que obraban en su poder papeles incautados a un detenido en los que se detallaba un plan de actuación firmado por el Colectivo Libertario Antirrepresivo y otros en los que figuraban anotaciones con petición de dimisión para el gobernador civil de Madrid, «ataque a Fuerza Nueva» extender la huelga al lunes, piquetes a la zona de Getafe y otros de talles de este tipo. Otro de los escritos incautados contiene notas detalladas sobre heridos y daños causados a la policía. También informó que uno de los detenidos en la manifestación es miembro del FRAP.

Por fin argumentó que el nivel técnico de la policía ha mejorado y que ésta actúa con prudencia, «como en este caso ha quedado demostrado», pero, añadió, no basta mejorar técnicamente. Frecuentemente las manifestaciones se desarrollan sin serios incidentes «pero otra cosa es que se vaya al asalto de la fuerza pública. Entonces también tienen derecho a defenderse los policías que, día a día se sacrifican y dan vidas en defensa de la democracia». Concluyó con una referencia a los incidentes del mayo francés y en ese momento subieron de tono algunos comentarios que se escucharon a lo largo de la intervención del ministro en los escaños de la izquierda; concretamente, se pudo oír, entre otras cosas, «pero no hubo ningún muerto». El ministro hizo una llamada a la responsabilidad a la hora de convocar manifestaciones en la calle y aseguró que cuando se complete la investigación y tenga más datos en su poder, estaría dispuesto a ofrecer nuevas explicaciones.

Felipe González subió al estrado para contestar, «esta vez como representante exclusivamente de Grupo Socialista». Pidió que se depositasen en la Cámara copias de los documentos a los que había hecho mención el ministro y respondió que había tratado de «no mezclar la responsabilidad de la policía con la responsabilidad política de la dirección de la policía», y tras anunciar que propondría una moción para que se discuta el suceso con nuevos datos, recordó al ministro que él se había referido, precisamente, a las manifestaciones ilegales y violentas que se dan en todos los países. «La cita del may francés no es buena, esa es la cita que yo tendría que hacer», dijo «porque en aquella ocasión, con miles y miles de manifestante acosando a la policía, hubo un solo muerto.»

Insistió en que su postura trataba de explicar que es la policía la que debe tener medios para su propia protección, de forma que sea capa de resistir en circunstancias como las que se produjeron el jueves «Alguna vez se puede producir un hecho luctuoso », pero creemos que son ya demasiados, añadió, los que de este tipo se han registrado en nuestro país.