El Gobierno subvencionará la exportación tomate concentrado a 15.500 pesetas por tonelada

El Gobierno ha autorizado al FORPPA a conceder una ayuda a la exportación de concentrado de tomate, a razón de 15.5% pesetas por tonelada y hasta un máximo de 26.000 toneladas.

Estas ayudas se concederán a las exportaciones realizadas desde la Península a todos los países, excepto Estados Unidos, a partir del 1 de noviembre de 1979 y hasta el 30 de septiembre de 1980. El monto total de las ayudas no podrá superar los 403 millones de pesetas y se harán con cargo al plan. financiero del FORPPA.La medida tiene como objetivo paliar los problemas derivados del mercado de exportación, especialmente a la CEE, donde ya se registran serias dificultades para colocar este producto (por el apoyo que se presta a sus países miembros productores). Teniendo en cuenta la producción de esta campaña, los stocks existentes de la anterior (50.000 toneladas de tomate concentrado), las necesidades de consumo interior y el stock de enlace con la próxima campaña, el FORPPA ha llegado a la conclusión de que existen entre 25.000 y 30.000 toneladas disponibles para la exportación hasta el 1 de octubre de 1980. De esta cantidad, una parte debe destinarse a Estados Unidos, por lo que ha propuesto la mencionada cantidad de 26.000 toneladas de tomate concentrado, referido al tipo 28-30% de estracto seco, susceptible de percibir una ayuda.

Asegura el FORPPA que la situación del mercado internacional no ha variado sustancialmente respecto de la campaña pasada, en la que se concedió una ayuda a la exportación de 10.000 pesetas por tonelada. En la campaña actual, la CEE ha aumentado sus ayudas al sector, que se mantiene en una situación de difícil competencia con el español.

Sin embargo, a pesar de todos estos problemas, el Ministerio de Agricultura tiene el convencimiento de que tanto los agricultores como la industria constituyen un sector competitivo de cara al ingreso comunitario, que puede desarrollarse con beneficios para ambas partes. En general, «la en trada de España en la CEE debe suponer», dice la Administración, «la desaparición de las principales dificultades, por las que atraviesa el sector,- pero la situación puede mejorar en un plazo mucho más breve si la CEE disminuye las ayudas concedidas al sector, de acuerdo con su política de reducir los gastos agrícolas».

Pesimismo en el sector

Sin duda, en el sector, se respira mucho mayor pesimismo que en la Administración. Tras una reunión celebrada en Badajoz, los industriales hicieron público hace pocos días que, «de no producirse la acción urgente de la Administración, todo el sector del concentrado de tomate se vería abocado al inmediato expediente de crisis, con la irremisible desaparición de 20.000 puestos de trabajo».Según el presidente de la Asociación Nacional de Concentrado y Polvo de Tomate, Juan Luis Morera, «la absurda campaña de 1979 ha provocado la caída vertical del sector, con un descenso dramático y espectacular en las cifras de exportación: en 1977 supusieron 1.887 millones de pesetas, 1.303 el año pasado y tan sólo seiscientos en los seis primeros meses de 197%.

Como causas de este importante descenso, los industriales destacan fundamentalmente la revaluación de la peseta con respecto al dólar; la inflación, que ha incrementado considerablemente los costos de producción; el encarecimiento del dinero en un sector como éste, que paga al contado y cobra de forma aplazada, y el enorme volumen de stocks existentes.

Caída en los precios

Se quejan igualmente los productores de que, a la dificultad exportadora, se añade también dentro de la crisis la calda en vertical de los precios internacionales. En 1978, el precio de venta al exterior era de 650 dólares por tonelada (49.400 pesetas) y en 1979 es de 520 dólares (34.320 pesetas), lo que supone un descenso del 30,5%.La campaña del año pasado produjo 300.000 toneladas de tomate fresco, lo que suponía un excedente de 50.000 toneladas de tomate concentrado; «esta cantidad era ya un peso inaguantable para iniciar con el más mínimo entusiasmo la campáña de 1979», dicen los afectados.

El FORPPA prometió ayuda materializada en un crédito de 10.000 pesetas por tonelada, para un máximo de 20.000 toneladas (doscientos millones de pesetas en total, frente a los 1.200 millones solicitados). Según los productores, «el agricultor, en un año, ha pasado de cobrar 3,35 pesetaslkilo, a 4,35, el mayor incremento (30%) registrado en un precio agrícola. Y como el coste del producto fresco supone un 50% del coste total del concentrado, «esta espectacular subida ha colocado a todo el sector en manos de la Administración ». Frente a las promesas de ayuda de los distintos organismos gubernamentales, los industriales del tomate concentrado consideran que han pagado el pato de todo este proceso y que no pueden esperar más: «No es suficiente prometer ayuda; hay que darla. »

Los representantes del sector, ante la progresiva descapitalización de las empresas, con un peligro de crack de consecuencias imprevisibles en Extremadura, aseguran que han contemplado como «única salida la iniciación de los trámites necesarios para el expediente de crisis».