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LA LIDIA

El futuro de la empresa de Las Ventas, pendiente de un aval bancario

Diodoro Canorea ha de conseguirlo antes del día 15 de diciembre

De nuevo, la Diputación de Madrid ha tenido que recurrir al avalista para cobrar el canon de arrendamiento de Las Ventas. Concluida la prórroga del plazo (30 de noviembre) sin que el empresario Diodoro Canorea, hubiera pagado la segunda parte de dicho canon (más de ochenta millones), tuvo que hacerlo efectivo, en su condición de avalista, el Banco Internacional de Comercio. Ahora dispone Canorea de un plazo de quince días para presentar un nuevo aval por el importe del canon de arrendamiento -más de 161 millones-, y, si no lo b ace, le será rescindido el contrato. De aquí al día 15, el futuro de Las Ventas depende, en definitiva, de ese aval.De producirse este supuesto, la Corporación tiene las siguientes alternativas: explotar directamente el coso a partir de la temporada 1980; cederlo a un gerente, por una cantidad a convenir, o sacarlo a concurso o a subasta. En cualquiera de estos casos se abre la posibilidad de corregir los errores de las condiciones del actual arrendamiento y de conseguir un mayor contenido y promoción de la fiesta de toros en Madrid.

Durante las últimas semanas se han celebrado varias reuniones de la Taurina Hispalense, que es la sociedad que respalda económicamente a Canorea como empresario de Las Ventas, y en estos momentos aún no hay en ella un acuerdo sobre las acciones a seguir. Las cuantiosas pérdidas que ha supuesto la temporada 1979 constituyen la clave. Hay algún socio que se manifiesta partidario de disolver la empresa, mientras que otros desearían continuar por si existe posibilidad de recuperar las cantidades perdidas. Sin embargo, los planteamientos económicos son muy problemáticos para quienes defienden esta postura, pues el número de espectáculos taurinos que se programa por temporada es, en cierto modo, limitado, y además no se puede subir el precio de las localidades, pues el 35% de incremento que el empresario tenía autorizado para el período 1979-1983 ya lo ha agotado en el primer año.

Por otra parte, Taurina Hispalense tiene que gestionar el nuevo aval y encarar la próxima temporada con las cantidades necesarias

En opinión de destacados empresarios consultados por EL PAÍS, la Diputación es muy generosa y comprensiva con Canorea Uno de ellos manifestaba: «Si yo no pagara el canon de cualquiera de las plazas que tengo arrendadas a diputaciones, el contrato se me habría rescindido automáticamente, con independencia de que la Corporación recurra o no al avalis ta, que es sencillamente su garantía de que no perderá el dinero pactado.» Esta comprensión se extiende a otros extremos del contrato. Por ejemplo, los servicios jurídicos de la Diputación de Madrid han emitido dictamen sobre presuntos incumplimientos por parte de Canorea, y opinan -caso de montar festejos con rejoneado res en días festivos, no haber celebrado las novilladas de promoción, no contratar figuras de categoría especial en las corridas de otoño- que no son cuestiones de tanta entidad como para suscitar una rescisión. Con lo cual, entendemos, se sienta un precedente que permitirá a Canorear actuar, en determinados aspectos, al margen del contrato. A este respecto, un taurino que participó en la subasta del coso nos decía: «Si hubiéramos sabido esto a su debido tiempo, nuestra oferta económica hubiera sido sensiblemente superior; pues, por ejemplo, calculamos que las,novilladas de promoción supondrían pérdidas, y que para contratar toreros del grupo especial en otoño tendríamos que pagarles mucho más que en San Isidro. Que ahora, por lo que vemos, el contrato sea papel mojado es una curiosa novedad.»

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