AP, andalucistas y extrema derecha negaron el "sí"' al Estatuto catalán

En la tarde autonómica de ayer en el Congreso todo acabó en ovación y abrazos. Nada más votarse el Estatuto catalán -303 votos afirmativos, trece abstenciones (del Grupo Andalucista y CD) y uno en contra (de Blas Piñar)-, Felipe González subió hacia los escaños superiores, donde se sientan las minorías nacionalistas, y comenzó un reparto de abrazos, saludos y parabienes, al que Adolfo Suárez -que no intervino en ningún momento de la sesión- se sumó.La ovación arrancó cuando el tablero reflejó los resultados. Sólo se mantuvieron en silencio Blas Piñar, Fernando Sagaseta, por razones bien distintas, y los diputados de Alianza Popular, mientras José María de Areilza y Antonio de Senillosa batían manos con fuerza y hacían gestos ostensibles de saludo hacia los escaños nacionalistas.

Abrió el turno de intervenciones Alejandro Rojas Marcos (PSA), que reprodujo las razones expuestas para el Estatuto vasco a la hora de justificar su abstención en las votaciones. «El pueblo andaluz», dijo, «no puede integrarse sin más en el pueblo catalán, aunque reconozcamos el derecho de todos los andaluces a integrarse. »

«El pueblo catalán debe entender nuestras reticencias en este tema. Lamentamos la abstención en el último referéndum», dijo en otro momento, «en la medida que haya sido abstención de los emigrantes. »

Los Socialistas de Euskadi, a través de José Antonio Maturana, advirtieron que «para vascos y catalanes sería una gran frustración que el gran contento de los estatutos no se pusiese en marcha de forma inmediata».

Marcos Vizcaya aseguró que el PNV entiende que los estatutos no pueden ser capitalizados por nadie, que son fruto de muchos años de lucha y que otros pueblos también los han hecho posibles.

Jordi Pujol, por la Minoría Catalana, comenzó por reconocer que era importante el derecho al autogobierno que concede el Estatuto, pero que, por encima de ello, es más importante «el derecho a ser: ser de una forma diferencial».

«Queremos que dentro de dos generaciones», dijo más tarde, «todos en Cataluña dominen el catalán y el castellano y se sientan catalanes; aspiramos también a un autogobierno serio y responsable », dijo el líder catalán, y recordó a Prat de la Riba: «Sólo desde nuestra forma de pensar Cataluña puede ser útil a España.» Advirtió también que sería torpe poner trabas al desarrollo de los estatutos e impediría hacer una España moderna.

Blas Piñar (Grupo Mixto) reafirmó su voto negativo ante los estatutos, a lo largo de todos los trámites parlamentarios. «Hoy, como decía José Antonio», concluyó, «me duele especialmente España.»

Heribert Barrera (Grupo Mixto) anunció su voto afirinativo-, aunque «Cataluña ha sido menospreciada» con este Estatuto, porque se le dan, según el diputado catalán, menos libertades de las debidas y menos competencias que al País Vasco. Pero, «cuando a alguien le roban la cartera», aseguró y provocó pequeñas risas, «no es cuestión de poner reparos a que le devuelvan una parte de lo que llevaba. Que nadie crea que esta es la solución final del problema catalán. Esta es sólo una etapa en una larga marcha».

Manuel Fraga anunció que Coalición Democrática había dejado en libertad de voto en conciencia a sus parlamentarios y que Areilza y Senillosa lo harían afirmativamente. Leyó un texto de este último en el que asegura, entre otras cosas, que vota afirmativamente «porque lo votó la mayoría del puebo catalán, del que yo soy parte y lo seré hasta mi muerte. Lo voto porque es el Estatuto de toda Cataluña, y no de ningún partido político en exclusiva. Lo voto, porque creo en España y creo en Cataluña».

Fraga anunció también que Alfonso Osorio se abstenía y que los demás miembros del grupo, de Alianza Popular, «de acuerdo con las decisiones de los más altos organismos del mismo», adoptaban la misma actitud.

Joan Reventós (socialista) aseguró que «este es un nuevo acto fundante de nuestro sistema político. A partir de hoy sentiremos la Constitución como algo más nuestro. Este Estatuto no puede dividir ni a España ni a Cataluña», e hizo una velada crítica a Tarradellas.

López Raimundo (comunista) tranquilizó a los que temen que el Estatuto sirva para provocar separatismos: «Deben. tener confianza en las fuerzas derriocráticas catalanas, en el conjunto del pueblo.»

Alfonso Guerra (socialista) recordó todo lo que el PSOE ha hecho en favor del Estatuto, entre otras cosas promover «el autogobierno para Cataluña, quizá con un futuro Gobierno socialista». Criticó la postura de Rojas Marcos, sin mención expresa, al decir que «la solidaridad no se puede exteriorizar a través de la abstención. Si todos hiciéramos igual, no se ratificarían los estatutos».

Por fin, Carlos Sentís, en nombre de UCD, valoró el. papel del PSOE; destacó la labor de UCD y elogió la actuación de Tarradellas, de Suárez y del Rey