El Senado aprobó el Estatuto de RTVE con modificaciones
El Pleno del Senado aprobó ayer el proyecto de ley del Estatuto de la Radio y la Televisión, que será remitido al Congreso para ratificar o rechazar las enmiendas introducidas en el Senado antes de su promulgación, prevista para mediados de diciembre.
El Pleno votó por unanimidad o asentimiento, y en bloques, el articulado del texto, salvo los cinco votos particulares del Grupo Socialista y los cuatro del senador Ramiro Cercós, del Grupo Mixto, por los que se mantenían las enmiendas no incorporadas por la Comisión.De las 43 enmiendas presentadas, la ponencia del Senado -tres del Grupo Socialista, veintidós de UCD y dieciocho a título individual-, han sido definitivamente incorporadas once enmiendas, que modifican el texto aprobado por el Congreso. Algunas mejoran la redacción y aspectos técnicos del estatuto, mientras que las enmiendas que aportan contenidos nuevos al proyecto de ley son las siguientes: los trabajadores que accedan al consejo de administración tendrán garantizados sus derechos laborales adquiridos como si se tratase de excedencia forzosa (se trata de la única enmienda socialista que prosperó); la Comisión Parlamentaria de Control estará integrada paritariamente por diputados y senadores (antes, integrada solamente por diputados); la disposición adicional séptima, por la que un real decreto establecerá la adscripción administrativa del ente público RTVE (nueva); la introducción del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España para la censura de cuentas de RTVE, y la supresión de la disposición transitoria quinta, que regulaba -según el texto del Congreso- la adscripción de las emisoras de la CES a Radio Cadena Española, «sin perjuicio de los derechos que en concepto de patrimonio sindical puedan corresponder a las centrales».
El senador Ramiro Cercós, del Grupo Mixto, aludió en la defensa de sus enmiendas al hecho de que recogía el parecer de los técnicos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
El senador argumentó también que el artículo primero «mezclaba», sin precisión técnica, la filodifusión, la televisión por cable, teletexto y otros posibles procedimientos, con la radiocomunicación (emisiones de radio y televisión a través de las ondas), y expresó su sorpresa por el hecho de que UCD había retirado una enmienda que coincidía con la suya.
Centristas y socialistas se opusieron a las enmiendas del señor Cercós, entre otros motivos, por entender que la filodifusión y televisión por cable debían de estar contenidas en el ámbito de la radiodifusión y televisión que regula el estatuto, y porque el voto particular del señor Cercós omitía las referencias a los fines que pretende conseguir el servicio público de Radiotelevisión.
Las enmiendas socialistas, que no prosperaron, iban dirigidas a obtener que RTVE y sus sociedades no estén exentas de toda clase de tributos o gravámenes, que los trabajadores sean oídos en lo que afecta al «ingreso en situación de fijo en RTVE y las sociedades estatales», a suprimir la mencionada disposición adicional séptima y a lograr que se mantuviese en el Senado la disposición sobre el futuro de las emisoras sindicales tal como quedó aprobada por el Congreso. El Grupo Socialista, por el contrario, aceptó la introducción del Instituto de Censores Jurados de Cuentas, al modificarse la redacción del artículo en el sentido de que la auditoría del Instituto se contempla como una posibilidad a criterio del consejo de administración.
Manuel Clavero Arévalo, ministro de Cultura, intervino al inicio y término del debate para señalar la importancia de este estatuto.
Tras el debate del estatuto de RTVE, el Pleno aprobó los proyectos de ley de creación del cuerpo especial administrativo dependiente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y de régimen jurídico de control de cambios.
