Negociaciones para evitar que el PNV abandone los debates

El posible abandono de los debates por el PNV y el acuerdo de socialistas y centristas para concluir en esta misma semana la discusión del Estatuto de los Trabajadores fueron los aspectos más destacados de la sesión de ayer en la Comisión de Trabajo del Congreso. Un total de once artículos, uno de ellos de nueva creación, fueron aprobados en poco más de cuatro horas de reunión. Por la tarde se interrumpió la sesión con el propósito de encontrar una salida al problema planteado por los nacionalistas vascos.

Durante la mañana quedó regulado el derecho de reunión de los trabajadores y la elección de representantes, en una sesión en que fueron aceptadas por UCD la práctica totalidad de las enmiendas presentadas por los socialistas. Los debates se celebraron con inusitada celeridad y se interrumpieron, justo antes de llegar al título II del proyecto de ley, uno de cuyos primeros artículos -el número 81, exactamente- provoca el malestar y las advertencias de abandono de la Comisión por parte de los nacionalistas vascos. Pese a que el lunes no se reunió la Comisión de Trabajo, a petición del PNV, para dar tiempo a negociar una solución a sus pretensiones, ayer no se había producido el acuerdo y se optó por una nueva interrupción de los trabajos parlamentarios. A últimas horas de la tarde de ayer continuaban reunidos los distintos grupos para encontrar una solución al problema vasco. Los nacionalistas pretenden que el Estatuto no impida la creación de un marco de relaciones laborales autónorno para Euskadi y que se modifique una enmienda socialista que recoge los acuerdos UGT-CEOE, que previsiblemente va a prosperar con el apoyo de UCD. Esta enmienda, según los vascos, puede dejar descolgados a los sindicatos de ámbito regional o de nacionalidad en las negociaciones de convenios colectivos estatales.Por lo demás, la sesión registró algún nuevo enfrentamiento entre Camacho y los socialistas, aunque al Grupo Comunista se le aceptó una enmienda. Esta aceptación sirvió para que Camacho, en su explicación de voto, saliera al paso de las insinuaciones socialistas de que su actitud en la Cornisión no variaría, aunque estuviera saliendo mejor el texto del Estatuto. Camacho dijo que no llevaba una postura de rechazo a priori, como quedaba demostrado por esta votación; aunque ello ne era obstáculo para la valoración global negativa que le merecía la parte del Estatuto aprobada hasta ahora.

Por otra parte, la comisión permanente del comité ejecutivo del PCE, en un comunicado, valora negativamente los resultados de las discusiones parlamentarias sobre el Estatuto de los Trabajadores. Afirma que en los últimos días se ha acentuado el carácter regresivo del proyecto, al vaciarse de contenido las figuras del delegado de personal y de los comités de empresa, y añade que el partido debe participar en la campaña de información y movilizaciones planteada por CCOO para modificar el texto antes de su aprobación definitiva.

El PCE apoya a Camacho

Finalmente, la comisión permanente, «al tiempo que manifiesta su pleno apoyo a los diputados comunistas Camacho y Grarcía, que con tanta eficacia vienen defendiendo los intereses de los trabajadores en el Parlamento, rechaza las infundadas alusiones contenidas en la declaración del Grupo parlamentario del PSOE y subraya que la actitud de dichos camaradas corresponde plenamente a la orientación política de la dirección del partido».

Por otra parte, representantes de los grupos Socialista y Comunista tenían prevista anoche una reunión conjunta para tratar de establecer una estrategia común de cara al desarrollo de la Constitución y en torno al Estatuto de los Trabajadores.

Elección de representantes

En la elección para delegados de personal -según el artículo 69 del proyecto, que fue aprobado sin modificaciones- cada elector ,Podrá dar su voto a un número máximo de aspirantes equivalente al de puestos a cubrir entre los candidatos proclamados. Resultarán elegidos los que obtengañ el mayor número de votos. En caso de empate, resultará elegido el trabajador con mayor antigüedad.

Para la elección de miembros de comités de empresa se distribuirá el censo electoral, según el artículo setenta del proyecto (aprobado también sin modificaciones), en dos colegios: uno integrado por los técnicos y administrativos y otro por especialistas y no cualificados. El texto del Gobierno deja abierta la posibilidad, mediante convenio colectivo, de establecer un tercer colegio electoral. Los puestos del comité serán repartidos proporcionalmente en cada empresa, según el número de trabajadores que formen los dos colegios electorales mencionados.

En cuanto a la elección propiamente dicha, en las empresas que no superen los 250 trabajadores, cada elector podrá dar su voto a un máximo de aspirantes hasta un 75% de los puestos a cubrir, entre los candidatos proclamados, los cuales figurarán ordenados alfabéticamente en una sola lista. Junto al nombre, aparecerá la sigla del sindicato a que pertenezca. En las empresas que superen los 250 trabajadores, cada elector dará su voto a una sola de las listas presentadas por un sindicato o grupo de trabajadores. Las listas deberán contener, como mínimo, tantos nombres como puestos a cubrir, más el 50% de dichos puestos. Cada elector optará, dentro de una lista, por los candidatos que prefiera, en número igual al de puestos, tachando los restantes. Mediante el sistema de representación proporcional se atribuirá a cada lista el número de puestos que le correspondan, de conformidad con el cociente que resulte de dividir el número de votantes por el de puestos a cubrir. Los puestos dentro de cada lista se distribuirán de acuerdo al mayor número de votos.

En contraste con el artículo anterior, que en varios apartados fue aprobado con el voto en contra o la abstención de PSOE y PCE, UCD aceptó -mediante transaccional- una enmienda socialista que proponía la regulación, en su artículo 70 bis, de las elecciones de representantes para los trabajadores eventuales o temporeros.

El nuevo artículo dice que «en las empresas o centros de trabajo que ocupen un número de trabajadores eventuales o temporeros no inferior al 20% de la totalidad de la plantilla éstos podrán elegir de entre ellos un representante por cada veinticinco o fracción. Esta representación se entiende sin perjuicio de la normal en la empresa». El sistema de elección es similar, en función del número de trabajadores en la empresa, al previsto en los artículos anteriores.

La regulación de la mesa electoral, que figura en el artículo 71 del proyecto de ley, fue aprobada sin modificación alguna. En cada empresa o centro de trabajo, según el mencionado artículo, se constituirá una mesa por cada colegio de 250 trabajadores electores o fracción. La mesa será la encargada de vigilar todo el proceso electoral.

En el artículo 73 del proyecto, que regula la votación para delegados y miembros de comités, se aceptaron varias enmiendas socialistas, centristas y de CD. Según el texto aprobado, la votación se efectuará en el centro de trabajo y durante la jornada laboral. El voto será libre, secreto, personal y directo, depositándose las papeletas en urnas cerradas. Podrá votarse por correo.

El derecho a celebrar asambleas fue aprobado, en un clima de entendimiento generalizado entre socialistas y centristas, en el artículo 75, en el que prosperaron enmiendas del PSOE, del PSA y de Coalición Democrática. La asamblea, según el texto aprobado, podrá ser convocada por delegados, comité de empresa o por un número de trabajadores no inferior al 33% de la plantilla.

El lugar de reunión será el centro de trabajo y la asamblea se celebrará, salvo acuerdo con el empresario, fuera de las horas de trabajo. Entre las causas que eximen al empresario de facilitar el centro de trabajo para la celebración de asambleas figuran el que no hubiesen transcurrido dos meses desde la última reunión y el cierre legal de la empresa.