Javier Alvaréz López,
dueño de una güisquería de Lugo y conocido por el apodo de El Alemán, fue detenido por la Policía un tiempo después de que exigiera, en un establecimiento de la competencia, que se le sirviera «un güísqui de marca». La razón de la detención está en la forma en qae el señor Alvarez pidió la consumición: a tiros. Ante tan diplomático procedimiento, el güísqui le fue servido
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