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Primer suicidio por arma de fuego en la basílica de San Pedro

Juan Arias

Un barbero de sesenta años, padre de dos hijos, nacido en un pueblecito de Venecia, se suicidó en la tarde del viernes ante la tumba del papa Juan XXIII, en las grutas vaticanas. Se llamaba Mondazio Doria. Se disparó en la sien con una pistola y quedó muerto en el acto. El disparo sembró el pánico entre los cientos de fieles que estaban visitando la basílica de San Pedro y desfilando ante las tumbas de los Papas. Precisamente la tumba del papa Juan está muy cerca de las de Pío XII y Juan Pablo I, las más visitadas por ser los pontífices más recientes y conocidos por los peregrinos.El papa Wojtyla fue informado inmediatamente. En el Vaticano afirman que el Papa se quedó muy turbado ante la noticia y que se retiró en oración, dando órdenes más tarde para que la basílica de San Pedro fuera reconsagrada según indica el Derecho Canónico actual De hecho, según la legislación canónica, cada vez que en un templo o lugar sagrado se comete un delito de sangre (homicidio o suicidio) se produce una profanación. Si se trata de una iglesia no se puede celebrar en ella ningún tipo de culto hasta que no vuelva a ser, consagrada.

Tratándose de la basílica de San Pedro, tenía que haber sido el Papa mismo o un obispo por él designado. Pero este acto de devolver el carácter sagrado a la basílica se debió hacer de forma completamente privada, porque ningún observador pudo conocer cuándo fue realizado, y ayer mañana, ya muy temprano, las funciones religiosas se reanudaron normalmente en la basílica. El rito consiste en unas oraciones y en la aspersión de agua bendita.

Lo cierto es que, después del concilio, la Iglesia en estos casos ha cambiado de mentalidad, sobre todo por lo que se refiere al suicidio. De hecho, el concilio ha permitido que se le dé sepultura religiosa a quien se quita la vida, que se considera un acto de una persona on campos su¡, es decir, no plenamente consciente. Por eso se le pueden hacer también los funerales religiosos.

Aún no ha podido saberse la verdadera causa del suicidio de este hombre y por qué quiso hacerlo ante, la tumba de uno de los Papas más amados por la gente del pueblo, como lo era Juan XXIII. Se habla de graves preocupaciones económicas, pero lo cierto es que su familia ha asegurado que vino a Roma solo y sin decir nada a nadie.

Ha sido este el quinto suicidio realizado en el Vaticano, pero es el primero realizado con un arma de fuego. Los demás se produjeron arrojándose desde la cúpula de San Pedro de desde alguna ventana.

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