El Papa pidió la liberación espontánea de Rupérez

Juan Pablo II se ha dirigido, sin nombrarles, a los hombres de ETA (p-m) pidiéndoles que «liberen espontáneamente señor Rupérez». Lo ha dicho en el aula de audiencias Pablo VI, durante el acostumbrado encuentro semanal de los miércoles con los peregrinos de todo el mundo.Después de su discurso catequético, el Papa hizo una llamada en general «a favor de las personas que son en este momento víctimas de secuestros». El papa Wojtyla dijo textualmente: «Como hombre, como cristiano, como Papa deploro y condeno viva y profundamente estos actos criminales, que hoy golpean incluso a niños inocentes. »

Se refirió concretamente al muchacho de trece años de Regio Calabria que fue secuestrado hace unos días. Fue después de haber nombrado al niño Alfredo Battaglia cuando Juan Pablo II añadió: «Mi atención se dirige a otro caso doloroso de secuestro que se intenta reivindicar con motivaciones políticas y que sucedió el domingo pasado en España. Por esta razón quiero hacer mi llamamiento en lengua española. Quiero dirigirme», continuó el Papa, con una pronunciación casi perfecta, « a quienes han secuestrado al señor don Javier Rupérez, distinguido miembro del Congreso de los Diputados de España.»

El Papa añadió: «Sé que esta acción ha sido deplorada y condenada sin paliativos por la opinión pública. Como en el caso anterior (el del niño italiano), también en éste he de manifestar mi profundo dolor por esta nueva violación de la dignidad de una persona que repercute en ofensa para toda la sociedad. Pido insistentemente al Señor que ilumine vuestra inteligencia y mueva vuestro corazón, responsables del secuestro, para que, guiados por principios de convivencia y por sentimientos de humanidad, liberéis espontáneamente al señor Rupérez y pongáis fin a la angustia suya y de su familia. Os invito a pensar que ninguna solución humana y justa puede ser alcanzada siguiendo los caminos de la violencia. Nadie, tanto menos quien se llame cristiano, puede recurrir a tales procedimientos», finalizó el Pontífice.

Declaración del Parlamento y repercusiones

El presidente del Congreso de los Diputados leyó ayer, una declaración institucional sobre el secuestro del diputado centrista, en la que hizo un elogio de Javier Rupérez, de quien dijo ser un «diplomático de profesión, político de vocación, hombre nítido y de profundas convicciones y trabajador incansable en pro de los derechos humanos». El señor Lavilla, después de condenar el secuestro, afirmó, en nombre del Congreso que «insta al Gobierno para que, en cumplimiento de su misión y en uso de la misma libertad, actúe sin sometimiento a coacciones de índole delictiva».

Por otra parte, se han producido declaraciones dentro y fuera de España en favor de la liberación del diputado y solidarizándose con su familia. El Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y representantes de los Gobiernos de Bélgica, Holanda, Irlanda y Suecia, entre otros, han enviado mensajes a Madrid en este sentido. Asimismo, el portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina pidió ayer la liberación de Rupérez «por razones humanitarias», y otras organizaciones políticas, en las que se incluyen numerosos partidos políticos latinoamericanos, difundieron también misivas solicitando el final del secuestro.

A nivel nacional, hay que destacar la creación de un comité para la liberación del diputado presidido por Joaquín Ruiz-Giménez y en el que se integran personalidades de distintas tendencias políticas.

Entre las peticiones de liberación del diputado Rupérez hay que destacar la formulada ayer por los pescadores del buque Las Palomas, que fueron rehenes del Frente Polisario y que consiguieron la libertad gracias a la intervención personal del propio Javier Rupérez, quien negoció en la capital argelina su puesta en libertad.