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Plan de los países ricos para controlar el euromercado

El Sistema Federal de la Reserva norteamericana y los bancos centrales de los principales países europeos han llegado a un acuerdo en principio, en su encuentro mensual en Basilea (Suiza), para establecer un plan en dos fases para controlar la explosión del euromercado, según informa el New York Times.Según su corresponsal en París, el plan ha podido establecerse después de que los gobernadores de los bancos centrales de las principales naciones participantes en el mercado europeo de capitales se convencieran de que su continuo incremento es una de las principales causas de la inflación mundial.

Los gobernadores de los bancos centrales de Estados Unidos, Francia, Suiza, RFA, Gran Bretaña y otros se han reunido este fin de semana pasado en la ciudad suiza para establecer las pautas de este plan, que, según las fuentes del periódico neoyorquino, consta de dos fases.

Los detalles del plan, sin embargo, no se conocen de una manera explícita y, en cualquier caso, no se harán públicos hasta finales de año, cuando se piensa que entre en vigor dicho plan.

El principal objetivo del plan es dar una mayor autoridad a los bancos centrales sobre el llamado mercado europeo de capitales, que hasta ahora ha estado libre de cualquier actuación gubernamental decisiva y que, por tanto, ha estado casi al arbitrio exclusivo de los bancos privados.

Según lo que se ha filtrado, un grupo de expertos internacionales se encuentra elaborando unas normas de actuación precisas para los bancos centrales, según las cuales éstos podrían, intervenir para limitar el número y las cantidades de préstamos que los bancos conceden y que, en muchas ocasiones, contradicen las políticas económicas y monetarias de los países donde se realizan.

La meta de esta actuación multinacional de los bancos centrales sería limitar el impacto inflacionista de estos préstamos, al tiempo que establecer unas normas mínimas para que los créditos sean devueltos.

«En otras palabras: se trata de establecer una política monetaria coherente a nivel mundial y regular la circulación fiduciaria internacional», manifestó uno de los expertos participantes.

Según la primera fase del plan, los bancos centrales de los diez países más importantes del mundo industrializado forzarán a los bancos comerciales respectivos a publicar un balance consolidado de sus actividades, con objeto de disponer de una información veraz sobre sus actividades en el mundo.

En la segunda fase, y en base a estos informes, los bancos centrales impondrán límites a las concesiones de créditos, tanto domésticos como internacionales, a un número indeterminado de bancos, con el objetivo de restringir los riesgos o espolear la inflación.

En Europa, los limites impuestos en esta segunda fase adoptarán una fórmula de ratios entre lo que los bancos pueden prestar y los resultados de su balance consolidado.

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