Fernando Claudín: "El socialismo es la profundización de la democracia"

«En los cinco años que lleva de existencia la revista Zona Abierta ha desempeñado un doble papel: por una parte, ha traído al ámbito de la izquierda española el debate sobre el marxismo, considerado en sus dimensiones internacionales, y, por otra, ha creado un cauce, una tribuna de discusión sobre los problemas de la «vía española» al socialismo, que, en definitiva, pretende la profundización de la democracia. Este es, en síntesis, el balance que ha hecho, en el quinto aniversario de la aparición de una de las principales revistas intelectuales de izquierda, su «director de publicaciones», Fernando Claudín.

«Pero Zona Abierta no es la única revista que ha trabajado por asentar las bases intelectuales del socialismo en España.» En opinión de Fernando Claudín, antiguo miembro del comité ejecutivo del PCE y uno de los teóricos más destacados del marxismo latino, otras revistas de parecidas características son, o han sido: Materiales («con menos apertura al debate, pero con propósitos parecidos»); Sistema («que tiene una orientación más definida»); Argumentos (que en el último período ha acentuado más su carácter de apertura) y otras revistas más directamente de partido, como puede ser Nuestra Bandera.¿Por qué este auge de las revistas teóricas de izquierda, mientras que la derecha no cuenta prácticamente con ningún medio de este tipo? «Tal vez, en España, la derecha no tiene ninguna teoría. Su posición se define, sobre todo, por la pretensión de conservar el orden establecido y naturalmente, desde el punto de vista intelectual, esta no es una situación como para plantearse problemas nuevos, de progreso intelectual. La izquierda, por el contrario, desde el momento en que se propone transformar la sociedad ya está necesitando una teoría, teoría que es todavía más necesaria cuando se plantea desde una perspectiva marxista. La aplicación de la teoría marxista exige un conocimiento real de la sociedad que se pretende transformar y la teoría es una de las vías de conocimiento de esta realidad.»

El primer número de Zona Abierta apareció en el otoño de 1974. Algunos intelectuales del equipo fundador perviven -Ludolfo Paramio, Jorge M. Reverte-; otros, como Valeriano Bozal, se apearon de esta empresa hace algún tiempo. Fernando Claudín comenzó a colaborar en 1977. En la actualidad cuenta con un amplio equipo de consejeros de redacción y colaboradores, tanto españoles como extranjeros, entre los que se encuentran Enrique Gomariz, Fernando López Agudín, Javier Solana, Manuel Vázquez Montalbán, Enrique Barón, Carlos Castilla del Pino, Juan José Castillo, Francisco Fernández Buey, Josep Fontana, Juan Goytisolo, Eduardo Haro TecgIen, José María Maravall, Roberto Mesa, Javier Muguerza, Ignacio Sotelo, Javier Pradera y Francesc Vicens, entre otros. Y entre los extranjeros, Louis Althusser, Ralph Miliband, Teodoro Petkoff, Inmanuel Wallestein y Rossana Rossanda.

En su primera etapa -todavía Franco no había muerto-, Zona Abierta se dedicó a acercar al lector español los temas internacionales del debate marxista. En la segunda etapa «es nuestro propósito», dice Claudín, «que la revista sea un espacio de discusión dentro de la izquierda en general y, en particular, dentro de las dos corrientes políticas más importantes: el PSOE y del PCE. Pero no se trata sólo de que haya polémica, sino también de que la revista coopere a través de este debate en la profundización de los problemas de la estrategia de la izquierda en España, orientada a consolidar dinámicamente la democracia hacia el socialismo.

Fernando Claudín, autor de libros como La crisis del movimiento comunista (1970), Marx, Engels y la revolución de 1848 (1975), Eurocomunismo y socialismo (1977) y Documentos de una divergencia comunista (1978), está terminando de escribir un nuevo libro sobre el socialismo y la disidencia de los países del Este. «Es el tema que más me preocupa en estos momentos. Unos países que tienen probablemente la fuerza militar decisiva, en los que se ha liquidado la propiedad privada capitalista, pero que no se ha creado al mismo tiempo un sistema socialista. Por eso emergen en ellos fuerzas considerables dentro de la izquierda que luchan por una transformación democrática, que, de llevarse a cabo, teniendo en cuenta las condiciones en que se desenvuelven, sería un paso decisivo hacia la consecución del socialismo».

A pesar de esta dedicación más intensiva al tema de la construcción del socialismo en los países del Este, Fernando Claudín no deja de lado la reflexión sobre la crisis del marxismo español y se plantea la autocrítica de la «vía española al socialismo»