El primer ministro de la URSS se recupera de una hemorragia cerebral

Lo más destacado de la ceremonia solemne en la conmemoración del 62 aniversario de la revolución soviética, celebrado ayer en la plaza roja de Moscú, fue la ausencia del presidente del Consejo de Ministros, Alexei Kossiguin. Según ha podido saber EL PAIS, el presidente del Gobierno sufrió en las pasadas semanas una hemorragia cerebral -«insulto» en ruso- de la que, al parecer, ya se encuentra recuperado. Durante dos horas y veinticinco minutos, en una mañana molesta y soportando la mayor nevada caída este invierno, presidió la parada militar y el desfile ciudadano el jefe del Estado, Leónidas Brejnev.

En medios diplomáticos nos informaron que, junto a la tribuna del mausoleo de Lenin, dos personas cuidaban de sendos maletines y al parecer se trataba de dos médicos previstos para cualquier problema que pudiera surgir en la salud del máximo dirigente soviético.Alexei Kossiguin, de 75 años, es el político más anciano del Politburó, cuya media de edad de los trece miembros es de 69 años. Kossiguin fue nombrado presidente del Comité Central por Stalin, en 1948, posteriormente sufrió un ostracismo del que reapareció en 1960. Desde 1964 es presidente del Consejo de Ministros. Recientemente, reemplazó a Brejnev, cuando este decidió «descansar» después de su viaje a la República Democrática Alemana, y entre el 14 y el 17 de octubre presidió las conversaciones con el presidente sirio Hafez el Assad, para desaparecer después.

Durante los actos de ayer en la Plaza Roja, el ministro de Defensa, Ustinov, pronunció su tradicional discurso, en el que insistió en denunciar a las fuerzas reaccionarias de Estados Unidos y de la OTAN, por su decisión de instalar bases nucleares nortederada, enfatizó, una vez más, "intanto claro», dijo, «de asegurar la supremacía militar de bloque atlántico». Sin embargo, su alocución puede calificarse de moderada, enfatizó, una vez más, en el reforzamiento del potencial económico y militar de la URSS.

Durante la parada militar se evitó, asimismo, hacer una gran demostración de las fuerzas reales con que cuenta la Unión Soviética. No aparecieron los famosos misiles SS-20, que son el punto de controversia entre el Kremlin y la OTAN, si bien pudimos ver los carros T-72, equipados con visor lasser, que en el último año no habían sido enseñados en una exhibición pública.

En esta conmemoración del 62 aniversario de la revolución, la única representación española ha sido la de un grupo de Comisiones Obreras, sin que se tenga constancia de que el PCUS haya invitado a la celebración al Partido Comunista de España.