El hospital del Niño Jesús cumple un siglo

El hospital del Niño Jesús, situado en la madrileña calle de Menéndez Pelayo, cumplió ayer un siglo de existencia. La efemérides fue conmemorada con un acto académico, al que asistieron la reina doña Sofía y el príncipe don Felipe. Con este motivo, el Rey concedió también ayer la Gran Cruz de Beneficencia a la comunidad de religiosas de San Vicente de Paúl por los servicios prestados al centro a lo largo de este siglo.

En el acto académico intervinieron el director del hospital, doctor Crespo Santillana, y el secretario de Estado para la Salud, profesor Segovia de Arana, que destacó el papel jugado por este centro sanitario para que la pediatría se constituyese en especialidad médica.Cuando la princesa de Asturias, la infanta Isabel de Borbón, hermana de Alfonso XII, colocó la primera piedra del que sería el hospital del Niño Jesús, el día 6 de noviembre de 1879, no existía en España ninguna institución sanitaria dedicada a los niños. La pediatría aún se encontraba en una fase de reivindicar su existencia como especialidad médica separada de la atención sanitaria a los adultos. Niños y mayores compartían las salas de los hospitales a pesar de los problemas de contagio, psicológicos y de atención física que esta mezcla ocasionaba.

Segundo pediátrico de Europa

Pero la situación no era muy distinta en nuestro país de lo que ocurría en el resto de Europa. Cuando entró en funcionamiento el hospital del Niño Jesús fue el segundo pediátrico existente en el viejo continente.Sus instalaciones constituían, por otra parte, un avance muy importante sobre su época, hasta el punto de que sus modelos de tratamiento médico eran seguidos incluso fuera de España.

La primera idea de la creación del hospital nació de María Hernández, duquesa de Santoña, que en 1876 conseguía que Alfonso XII promulgara una real orden por la que se ponía en marcha un plan de creación de hospitales infantiles en toda España. El plan, superior incluso a la red pediátrica existente hoy en el país, se vio abandonado al cabo de poco tiempo, y la duquesa hubo de financiar con sus propios medios la compra de los terrenos sobre los que se ubicaría el hospital del Niño Jesús. Este fue el único hospital infantil que pervivió el antiguo plan ya abandonado.

Su entrada en funcionamiento se produjo el 1 de diciembre de 1881, fecha en la que se hizo cargo de la dirección del centro el doctor Rivera, y de la asistencia de las salas, la comunidad de Hermanas de San Vicente de Paúl.

Los medios económicos que precisaba el hospital para su funcionamiento provenían directamente del patronato que fundara, en su día la duquesa de Santoña y de aportaciones altruistas de diversas personas y entidades. La única aportación estatal al funcionamiento del hospital vino dada por la creación de un sorteo de lotería, el del día 5 de enero de cada año, que pasó a ser conocido -precisamente por el destino que recibían los fondos obtenidos- por el sorteo del Niño. Sin embargo, la aplicación de ese sorteo al hospital sólo se hizo en una ocasión, quedando luego una aportación estatal de 96.000 pesetas anuales.

Con este escaso acopio de medios económicos, el hospital entró en abierta crisis en 1950, justamente después de que consiguiera atajar la epidemia de poliomielitis que se cebó, aquel año, en la población infantil madrileña.

Como solución a la crisis se procedió a estatalizar el centro a través de la Dirección General de Beneficencia y, posteriormente, de la Dirección General de Sanidad.

Aunque en los años cincuenta sólo existían en España dos hospitales infantiles, la creación masiva de nuevos centros a cargo de la Seguridad Social hizo que el Hospital del Niño Jesús fuera quedando sobrepasado por éstos en medios técnicos y personales. Este desfase fue superado, en parte, con la firma de un concierto con la Seguridad Social, en el año 1976, que ha de servirle en su segundo centenario, que hoy comienza, para potenciar su actividad.