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El ministro de industria negoció con su colega argelino los precios del gas natural

El ministro español de Industria y los responsables argelinos del sector energético discutieron ayer en Argel el contenido de la revisión del contrato hispano-argelino de suministro de gas suscrito en 1975. La revisión se refiere básicamente a la fórmula de precios y a la cadencia de las entregas que están retrasadas sobre el calendario inicial por dificultades técnicas imputables a ambas partes. El contrato de gas con Argelia constituye una de las garantías más importantes de suministro energético con que cuenta España. Su volumen es de 4,5 millones de metros cúbicos al año, equivalentes a 4,5 millones de toneladas de petróleo, y su duración se extiende hasta 1996.

El tema más importante de negociación es el del precio del gas. En estos momentos existe en el mercado una gran inestabilidad, paralela a la de los precios de los crudos. Junto al tema del precio hay que situar el de la cuantía de los suministros. Los argelinos no han culminado la construcción de las plantas de licuación del gas para su transporte a España; se trata de tres líneas situadas en Skikda, cuyo coste se sitúa en torno a los seiscientos millones de dólares. Enagás contribuyó a la financiación de estas instalaciones con un crédito de 150 millones de dólares, concedido en 1975, vinculado al contrato de suministro de gas. Este crédito, otorgado en condiciones muy favorables para Argelia, fue muy criticado en España en aquel momento.Por parte española tampoco han entrado en servicio en el tiempo previsto las redes de gas que debían permitir consumir el suministro argelino. Por todo esto, las entregas de gas se sitúan en estos momentos al nivel de medio millón de metros cúbicos, nueve veces menos que el suministro tope anual previsto en el contrato.

En 1975, el precio contratado por el entonces presidente de Enagas, Luis Valero Bermejo, fue calificado como de muy elevado. Las revisiones contractuales previstas han multiplicado éste por cuatro en paralelo a la situación mundial de precios.

Además del precio elevado y de la financiación de una parte de las plantas de licuación que tenía que instalar Argelia, el contrato de Enagas con Sonatrach incluyó una ayuda financiera a Argelia por parte de España del orden de trescientos millones de dólares, en condiciones muy favorables de interés para posibilitar exportaciones españolas a Argelia. Este crédito comprometido por el entonces presidente de Enagas provocó notables tensiones en España, que llegaron incluso al Gobierno, ya que ninguna institución crediticia estaba dispuesta a ratificar las condiciones negociadas por el presidente de Enagas. Finalmente, el Banco Exterior con ayuda del Banco de España, se hizo cargo del crédito, que ha permitido financiar buena parte del comercio español con Argelia.

El contrato con Argelia, calificado entonces muy negativamente, puede resultar favorable hacia el futuro siempre que las renegociaciones de precios se lleven bien.

La visita del ministro Bustelo a Argel , segunda en poco tiempo, permite avanzar en las negociaciones que desarrollarán en las próximas semanas los técnicos de Sonatrach y Enagas.

El ministro español ha comentado también con su colega argelino la situación de los suministros de petróleo. Argelia vende a España un millón de toneladas de crudo al año, y no ve posibilidades de aumentar las entregas. Hispanoil ha operado en varios permisos argelinos, pero sin éxito hasta ahora en sus investigaciones.

El ministro argelino de Energía, Nabi, ha señalado al señor Bustelo que, al igual que dijo recientemente al ministro español de Comercio a la vista de las disponibilidades de crudo, no se puede destinar más de un millón de toneladas para Hispanoil.

Con el ministro español de Industria han viajado a Argel los presidentes de Enagas, Joaquín Abril, y de Hispanoil, Julio Calleja, así como el director general de Energía, Ramón Leonato. Los presidentes de las dos empresas nacionales han mantenido contactos con sus colegas argelinos en paralelo a la entrevista de los ministros.

En las discusiones ministeriales se abordaron otros posibles aspectos de colaboración industrial y comercial entre ambos países. En estos momentos, la balanza comercial es favorable a España, ya que en Argelia nos abastecemos únicamente de gas y petróleo, y, en cambio, España coloca allí productos de consumo y bienes de equipo en cantidades de cierta entidad.

El señor Bustelo invitó al ministro Nabi a participar en un próximo coloquio en Televisión Española sobre el tema del petróleo, que se abordará dentro del programa La clave.

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