Descubierto un contrabando de 100.000 cartones de tabaco rubio
Un barco pirata fue apresado en el puerto del Musel (Gijón) cuando se disponía a descargar 100.000 cartones de tabaco Winston y Dunhill de contrabando. Tres camiones Pegaso, con la matrícula falsificada, estaban preparados para sacar del puerto esta mercancía, valorada en unos ochenta millones de pesetas.La Guardia Civil y el servicio de aduana observaron con extrañeza el paso de los tres camiones que se dirigían a un muelle en el que solamente se encontraba el barco Varjakka, recién salido del dique. Esa podría ser la primera pista, aunque otras fuentes aseguran que la policía estaba ya informada de que se pretendía realizar el desembarco de tabaco rubio americano en el muelle de La Osa, apenas utilizado para el tráfico de mercancías y, en consecuencia, escasamente vigilado.
Por un motivo u otro, la acción policial se limitó a esperar el desarrollo de los acontecimientos una vez que los camiones habían franqueado el control. Poco después de las dos de la madrugada apareció un viejo buque de unas seiscientas toneladas, que se dirigió lentamente, con las luces apagadas, hacia el muelle. En cuanto se inició la operación de descarga intervino la Guardia Civil, que detuvo a la tripulación del buque, compuesta por cuatro chilenos, un turco, tres griegos y dos alemanes, y a los conductores de los camiones, cuyas matrículas de Cáceres (CC) habían sido falsificadas mediante la colocación de un esparadrapo en la segunda C, cerrando la primera para dar la impresión de estar matriculados en Oviedo (O).
La denominación Fivel del barco contrabandista corresponde en la actualidad a un buque holandés nuevo de carga de 3. 100 toneladas. Se cree que el barco portador del tabaco, detenido en Gijón, había sido dado de baja hace dos años al ser destinado al desguace. Esta vieja embarcación cuenta con un potente motor fuera de borda, además de un radar y una emisora de radio en perfectas condiciones. El tabaco encontrado en el falso Fivel -un millón de paquetes-cajetilla- es solamente una parte del cargamento total, por lo que las investigaciones policiales se dirigen a descubrir posibles alijos en Santander o Galicia.
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