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Se espera la reaparición pública de Brejnev el lunes

Las autoridades soviéticas guardan el tradicional silencio que siempre acompaña a los rumores sobre las crisis en el estado de salud de Leónidas Brejnev. Oficialmente, no ha habido ningún desmentido a las alarmantes noticias del pasado jueves. El portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores respondía ayer a EL PAIS: «Sobre ese tema no tenemos nada que comunicar.» Sin embargo, nuestro periódico ha podido saber en fuentes dignas de crédito que el jefe del Estado soviético reaparecerá en público el próximo lunes y se incorporará a su despacho de trabajo del Kremlin. La opinión generalizada de los observadores era de que la reaparición tendría lugar el próximo 7 de noviembre en la Plaza Roja con motivo de la parada militar conmemorativa del 62 aniversario de la revolución.

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Sus actividades en 1979

Los mismos medios oficiosos han reconocido a EL PAIS que como consecuencia del reciente viaje a la República Democrática Alemana (RDA), el secretario general del PCUS «se encontraba fatigado y aprovechó una semana de descanso para recuperarse», al tiempo que han negado que hubiera sufrido «una grave dolencia». Habrá que esperar 48 horas para despejar la incógnita.Mientras tanto, los rumores se han acallado y la normalidad en Moscú sigue siendo la tónica, que ya reflejamos ayer. Los telediarios han informado como es habitual. El diario del partido, Pravda, publica el comunicado conjunto sirio-soviético, al término del viaje oficial a la URSS del presidente Hafez el Assad e Incluye ampliamente las «favorables» reacciones mundiales al discurso de Brejnev en Berlín contra la Instalación en Europa occidental de nuevos misiles americanos. En esta información se cita el comunicado que en este sentido ha hecho público en Madrid el Partido Comunista de España.

Un año de rumores

Nunca se había especulado tanto con la salud de un jefe de Estado como se ha hecho en los últimos cuatro años, y con una mayor intensidad en los últimos nueve meses, con los males que aquejan al líder comunista. En 1975, en que permaneció 51 días sin asistir a ningún acto público, informadores o dentitles llegaron a notificar su fallecimiento. A comienzos de 1979. pasó cerca de un mes de descanso en su dacha de Savidova; a cuarenta kilómetros de Moscú, en fuentes próximas al PCUS desmintieron entonces que estuviera hospitalizado.

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En el mes de marzo pasado se volvieron a hacer serias especula ciones, al aplazarse por tres semanas el viaje oficial del presidente Giscard a Moscú, si bien en esta ocasión se reconoció que había padecido una fuerte gripe, aunque en realidad fue un ataque de pleuresía. Durante los encuentros que en mayo tuvieron lugar en el Kremlin, durante cinco días, entre el presidente yugoslavo, Josip Broz Tito, y Leónidas Brejnev, este último apareció visiblemente cansado y algunas ceremonias fueron reducidas al mínimo. Sin embargo, las especulaciones han sido siempre concluidas con viajes al extranjero, alguno prolongado, como el que realizó en tren a Bulgaría o, comprometido, como el encuentro con Carter en Viena.

Posibles enfermedades

Lo que ya no dudan ni los propios soviéticos es que Brejnev ha padecido a lo largo de sus 72 años, y en los quince últimos en el poder, algunas enfermedades graves y en la actualidad está sometido a una estricta vigilancia médica.

La televisión es un escaparate que no perdona ni a uno de los pocos hombres que tienen en sus manos los destinos del mundo. La pequeña pantalla nos ha mostrado el aparato acústico, que en alguna ocasión tiene que ajustarse, mueve con dificultad los pies y es.necesarío ayudarle para subir o bajar escaleras. En los últimos actos públicos de alguna duración ha permanecido sentado. La alocución de sus discursos suele ser con frecuencia confusa.

Oficialmente, la salud del jefe del Estado soviético es de hierro y se destacan los actos y viajes en que interviene. Nunca se ha dado un parte médico y tan sólo pequeñas notas sobre enfermedades livianas. No obstante, se asegura que en 1961, cuando era presidente del Soviet Supremo, sufrió un infarto que le obliga desde entonces a llevar un estimulador cardíaco. Otras fuentes aseguran que en 1975 sufrió un cáncer de mandíbula y después de una operacl ón le pusieron una prótesis de plástico. Según la revista Newsweek, hace cuatro anos sufrió una parálisis parcial y padecía dificultades respiratorias y arterioesclerosis cerebral.

A pesar de que su estado de salud es delicado, por otra parte, observadores extranjeros afirman que en las conversaciones con los líderes de otros países participa realmente en las reuniones y mantiene una gran agilidad mental.

La sola presencia en Moscú de alguna eminencia médica internacional sirve para que los observadores extranjeros especulen sobre la enfermedad que en ese momento aqueja al político soviético, como ha sido el caso reciente de unos oftalmólogos norteamericanos, que venían como simples turistas, o de un cardiólogo de la República Democrática Alemana, que resultó ser uno de los méd Icos que prestan asistencia en la embajada.

Un invierno duro

Medios norteamericanos, que citan fuentes de países socialistas, aseguraban ayer que Leónidas Brejnev tan sólo tiene un 50% de posibilidades de sobrevivir al invierno, y ratificaron que el líder de la URSS está gravemente enfermo. Por su parte, Anatoli Dobrinin, embajador soviético en Washington, se limitó ayer a desmentir las noticias sobre el fallecimiento de Brejnev.

Los rumores sobre la muerte del líder soviético llegaron también puntualmente a la delegación china que visita Francia en estos momentos acompañando a Hua Guofeng. Un miembro de la misma comentó: «A Brejnev ya le conocemos, pero no tenemos ninguna referencia de su sucesor; es para nosotros una incógnita. »

Se desprendió, asimismo, una cierta inquietud en el seno de la delegación china, precisamente ante la eventualidad de que se instalase en el Kremlin un personaje que podría traer nuevas consecuencias políticas en las ya difíciles relaciones entre Moscú y Pekín.

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