El presente y el futuro, juntos en la literatura de ficción
Hoy comienza en Madrid una convención nacional sobre el tema
La VII Convención Nacional de Ciencia-Ficción (Hispacon'79) organizada por la Sociedad Española de Ciencia- Ficción, va a reunir a unas cien personas, especialistas y aficionados, con el único objetivo de intercambiar información y experiencias en torno a la actualidad de la ciencia-ficción (CF). A partir de hoy, y durante tres días, sesiones continuas sobre las distintas tendencias de un género literario que recibe las aportaciones de otros medios artísticos: el cine, el comic, el teatro y la televisión. Como complemento, proyección de las películas Zardov, de Bormann, y Corrían silenciosos, de Dalton Trumbo; un espectáculo audiovisual y subasta de libros. En la clausura, la confección de unas conclusiones que volverán a insistir en las deficientes traducciones del potente mercado extranjero; las dificultades editoriales de los escritores españoles, la pérdida definitiva del carácter peyorativo hacia el género, y la necesidad de que los lectores enfermizos de CF conozcan otras narrativas. También se hará público el fallo de los concursos de relatos, ilustraciones y maquetas.El programa de actos lleva el acento de provisionalidad, con cambios de última hora en el nombre de los participantes. Están anunciadas conferencias de Carlos Saiz Cidoncha, Esteban Bartolomé, Ignacio Romeo, Jesús Gómez y Guillermo Solana, a los que se unirán, posiblemente, Miguel Angel Arenas y Mariano Antolín Rato. No podrán asistir el ensayista Javier Coma y el escritor Gabriel Bermúdez Castillo. Como invitado especial figura Domingo Santos, director de Nueva Dimensión, única revista profesional de ciencia-ficción y fantasía que se publica en España, con 116 números en la calle.
La intervención de Domingo Santos, según comentó a EL PAÍS, hará referencia a la situación de la CF en España, a través de su experiencia de diez años en la edición y creación de CF. «En España, la CF sigue siendo un género de minorías, con un público lector adicto y muy fiel, que aumenta lentamente. Estamos en una etapa de desarrollo, con un nivel parecido a los países anglosajones de los años cincuenta. En el último año se han multiplicado las colecciones, hasta casi la saturación actual, con un material que incluye el comienzo de la presente década y la renovación estilística del género en Estados Unidos. Observo el fenómeno de que los lectores acuden también a los autores más consagrados, incluso españoles. En cuanto a los escritores españoles de CF hay que reconocer que todos copiamos a los americanos, por lo que predomina una CF clásica, de los años sesenta. Frente a esta etapa hay una corriente de rebelión, con planteamientos de la novela surrealista, que sigue modelos extranjeros, aunque esta experimentación literaria volverá a un punto de equilibrio entre las dos tendencias, tal como se aprecia en los actuales éxitos mundiales.»
Los participantes en la Hispacoón' 79 pueden encontrar motivos de enfrentamiento dialéctico, desde la subjetividad más lírica hasta los esquemas académicos. A nuestra petición de tres nombres de escritores de CF para un hipotético nuevo lector, el presidente de la Sociedad Española de Ciencia Ficción, José A. Villanueva, recomienda Isaac Asimov, Arthur G. Clarke y Ursula K. Leguin. Autores, tendencias, géneros, son el material habitual de discusión entre los cincuenta socios de la sociedad en sus reuniones de los lunes en Puente Cultural, que adquieren una dimensión nacional en este encuentro. Un aspecto positivo de la agrupación de aficionados es la presión que ejercen sobre los editores en todo lo referente al fandom o dominio-espacio de los aficionados. La Real Academia Española acaba de comunicar a José A. Villanueva que toma en consideración su petición de que la palabra ciencia-ficción entre en el diccionario.
Las películas de moda
La reciente invasión de películas con elementos de ciencia-ficción -Alien, 2001 odisea del espacio, Superman, La guerra de las galaxias, Encuentros en la tercera fase...- ha colocado el género en el vaivén de las modas. En opinión del ensayista Javier Coma, autor de varios libros sobre los comics, la CF cinematográfica no ha conseguido la entidad filosófica y poética que ha logrado la literaria. La mayoría de las películas citadas, con excepción de La odisea del espacio, derivan de los filmes de catástrofes, de terror o del fenómeno nostálgico. «En la historia del cine figuran muy pocas películas de CF y a menudo ofrecen una concepción adulterada del género, como también ocurre con el excesivo apoyo de cuestiones científicas en las novelas, que tiene el peligro de quitar virtualidad literaria. Con los comics ocurre algo parecido, aunque tiene mayor libertad gráfica sin necesidad del aparato industrial y permite nuevas formas expresivas frente al comic realista. El nivel de nuestros dibujantes tiene categoría internacional y ha sido un campo de actuación más amplio que otros medios artísticos o literarios, como se pudo comprobar durante el franquismo.» Javier Coma sostiene, referente a la ideología de la CF, que la mayoría de los escritores pertenecen a la izquierda, siendo el más radical Harlan Ellison; como excepción: Ray Bradbury. En cuanto a las distintas tendencias, una breve tipología incluye el terror fantástico o de ficción fantástica. (Villiam Sloane), el space-opera, el espacio y el futuro, astronaves, planetas, de gran consumo popular; lo científico, apoyado en la ciencia, defendido por los puristas, y lo poético, predominio literario (Bradbury). «La ciencia-ficción lleva consigo una carga filosófica que facilita el trasfondo ideológico»
El escritor Gabriel Bermúdez Castillo, autor de cuatro novelas, opina que la CF, en España, no tiene una audiencia excesiva, dado el bajo índice de lectura en general. No es partidario de utilizar la CF como una lección moral y destaca el carácter de evasión y calidad. «Los escritores siguen una serie de problemas y temas similares. En nuestro país, las obras de los años treinta y cuarenta tenían una mayor carga científica. Ahora se tratan temas actuales, como la ecología, la crisis energética o las evoluciones sociales situadas en una civilización futura o en una ucronía.» Los escritores de CF, en España, no llegan a la docena: la tirada de una novela alcanza los 2.000 ejemplares, cuando la media europea alcanza los 15.000.
En los últimos años ha habido una mayor actividad en los fanzines, publicaciones de aficionados sin ánimo de lucro, según Fernando P. Fuenteamor, editor de Zikkurath, que ha llegado a los dieciocho números. En Valencia acaban de salir Psicosis y Nomo; en Las Palmas, el primer número de Future Visión; en Bilbao, dos números de Is, y en Madrid, Blaccaross, especializado en Lovecraft.
La Hispacon'79 servirá para el encuentro de aficionados a la ciencia-ficción, definida por el profesor Luis Núñez Ladeveze como «la imagen desorbitada por el impacto de la sociedad posindustrial» o la expresión de la capacidad de representación de una determinada época.
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