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Estreno de "Flesh" de Andy Warhol y Paul Morrissey

Un clásico del "underground" norteamericano

Hoy se estrena en Madrid, en el cine Bellas Artes, Flesh. Hace diez años fue producida por el famoso pintor y cineasta Andy Warhol y dirigida por Paul Morrisey. Se trata de una de las mejores y más famosas películas underground hecha en Estados Unidos. Es la primera de una serie de comedias realizadas por el mismo equipo que sucesivamente se estrenarán entre nosotros.Los orígenes del movimiento underground se sitúan en los grupos de vanguardia, que en los años de posguerra hacen películas experimentales en Nueva York. Los verdaderos creadores del movimiento son los lituanos Jonás y Adolfas Mekas, que en 1959, interesado por el cine off-Hollywood, fundan la revista Film Culture y empiezan a hacer películas experimentales. El éxito alcanzado por las proyecciones en salas no comerciales les anima a fundar una distribuidora marginal, que no tarda en agrupar a más de doscientos directores-productores underground, cuyos ingresos aumentan constantemente. Entre sus componentes destaca el pintor de origen checoslovaco Andy Warhol, porque su película The Chelsea Girl (1966) recauda, en sus tres primeros años, más de 100.000 dólares. Esto hace que pase a los locales comerciales normales, que Warhol se separe de los Mekas y cree su propia productora-distribuidora.

The Factory, nombre por el que se conoce la productora de Warhol, y las innumerables películas que hace en la segunda mitad de los años sesenta son el equivalente exacto de sus retratos pop de Marilyn Monroe, Jackie Kennedy o la sopa Cambell. Tiene su propio grupo de estrellas y sus producciones tienen un tono inconfundible. Después de 1968, en que está a punto de morir asesinado por Valerie Solanas, un miembro de su séquito, Warhol vuelve a la pintura y la Andy Warhol's Factory Films se dedica principalmente a producir las películas de su amigo Paul Morrisey.

Colaborador de The Factory desde que en 1965 codirige con Warhol More Milk Ivette, la carrera cinematográfica de Morrissey se compone de cuatro etapas. La primera incluye una amplia actividad como realizador de cortometrajes underground, que distribuye The Film-Maker Cooperative. Posteriormente, y ya dentro de The Factory, se encarga de los problemas de distribución y logra crear una red eficaz y que The Chelsea Girl tenga un gran éxito. Al mismo tiempo colabora en las películas de Warhol y hace que cada vez tengan un tono más erótico, que da lugar a Lonesome Cowboys (1968), Blue Movie (1968)...

En la tercera etapa, la mejor y más fructífera, Morrisey dirige, fotografía y escribe Flesh (1969), Trash (1970), Women in Revolt (1971), Heat (1972) y L'amour (1972), que produce Warhol y en las que construye un tipo muy peculiar de comedia. Y la última está integrada por Carne para Frankenstein (1973) y Sangre para Drácula (1974), sobre los famosos personajes creados, respectivamente, por Brian Stoker y Mary Shelley, que hace en Italia y en las que se mezcla el terror, el erotismo, el «kitsh» y el humor.

Posteriormente ha hecho en Inglaterra, dentro de la misma línea, El perro de Baskerville (1978), sobre una de las más conocidas obras de sir Arthur Conan Doyle, perteneciente al ciclo Sherlock Holmes.

«Dicen que nuestras películas son de Warhol», cuenta Joe D'Alessandro, el actor más famoso de The Factory y su único superviviente artístico, «pero la idea de Warhol era hacer películas sin director. Se limitaría a producir y se diría que una película es de Warhol, como se dice que es de Walt Disney. Sólo se ocupaba de ponernos en situación, luego nos abandonaba. No nos dirigía. Durante algunos años, Paul Morrisey se hizo cargo del trabajo y nos dirigía algo más, pero fue Warhol quien inventó la técnica de dejar en completa libertad al actor. Rodábamos una o dos horas y sólo se conservaba lo más palpitante, diez minutos.»

A pesar de estas declaraciones de D'Alessandro, del tono «amateur» que tienen por el hecho de estar rodadas en 16 m/m y posteriormente hinchadas para su explotación comercial, y del aire de improvisación que desprenden, las cinco películas del ciclo están muy pensadas, elaboradas y meditadas. Con personajes directamente extraídos del característico mundo de la homosexualidad y la droga de Warhol, Morrisey ha sabido crear un nuevo tipo de comedia, que, sin dejar de ser la más pura expresión del underground, también es una nueva variante de la tradicional comedia norteamericana. A pesar de estar llenas de sexo, está dado como algo casual a lo que no se concede mayor importancia y, aunque aparentemente parezcan inmorales, en el fondo, son profundamente moralizantes, como subraya el hecho de que Morrisey sea católico y de origen irlandés. Están construidas sobre largas escenas, con gran abundancia de diálogos, donde actores desconocidos, aunque Joe D'Alessandro se ha hecho internacionalmente famoso gracias a ellas, encuentran el campo abierto a la improvisación dentro de unas estructuras clásicas.

Estas obras son producto de la amplia experiencia de Warhol en solitario desde 1963 hasta 1969 y de unas características sociales y geográficas muy concretas que Morrissey sabe captar con inigualable habilidad. Cuando estas películas rompen las barreras del mundo anglosajón, que las directamente hechas por Warhol nunca pudieron salvar, empiezan a tener éxito primero en la República Federal de Alemania y luego en otros países, y Morrissey empieza a trabajar en el extranjero, lejos de la sombra protectora de Warhol, el resultado es malo y nada tiene que ver con el obtenido en su gran ciclo de comedias.

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