La concesión del suplicatorio contra Monzón y Letamendía, el próximo día 9

Altas fuentes parlamentarias expresaron ayer a EL PAIS su confianza de que la concesión del suplicatorio contra Telesforo Monzón y Francisco Letamendía -diputados de Herri Batasuna sobre los que pesa una acusación por supuesta apología del terrorismo y resistencia a la autoridad-, el próximo día 9 por el Pleno del Congreso, no llevará consigo la inmediata orden de prisión contra ellos. Sin embargo, existía inquietud ante la posible diligencia con que, en este caso, estaría dispuesta a actuar la autoridad judicial competente.La posibilidad de que la sala segunda del Tribunal Supremo, de lo penal, ordene el encarcelamiento de los señores Monzón y Letamendía antes del 25 de octubre preocupaba ayer en el Congreso de los Diputados, por la posible incidencia en el resultado del referéndum sobre el Estatuto de Guernica.

Al parecer, una de las posibilidades para aplazar la resolución del suplicatorio habría sido la acumulación de las causas anteriores con la que hace unos días inició el fiscal general del Estado a consecuencia de unas declaraciónes de telesforo Monzón en Madrid. Tal acumulación habría permitido una prórroga de sesenta días. Al no haber ocurrido así, el plazo para la concesión del suplicatorio concluye el día 9 de octubre. Del acuerdo que ese día adopte la Cámara, su presidente dará traslado a la sala segunda del Tribunal Supremo en él plazo de ocho días hábiles. Si este plazo se agota, la autoridad judicial tendrá vía libre para proceder contra los dos diputados a partir del día veinte. Lo normal sería, ateniéndose a otros precedentes que las diligencias que siguieran, incluida la posible orden de prisión, no llegaran a sus destinatarios antes de pasada una semana.

En cuanto a la posición de los grupos parlamentarios, EL PAIS pudo saber que una de las causas a que atribuyen fuentes centristas el aplazamiento de la decisión que la Comisión de Suplicatorios debió adoptar el pasado martes -y que se replanteará el lunes próximo- fue el cambio de actitud de los socialistas. Según estas fuentes, Gregorio Peces-Barba y José Bono habían anticipado la posición favorable de los socialistas, pero después, en el seno de la Comisión, el PSOE rectificó su postura.