La República Popular China dispuesta a suministrar armas a Marruecos

La República Popular China se interesa cada vez más en el conflicto del Sahara, sobre todo a partir de lo que se estima como una creciente implicación indirecta de la URSS a favor del Polisario. Según fuentes diplomáticas de la capital marroquí, China está incluso dispuesta a suministrar armas a Marruecos.

El análisis que hace el Gobierno de Pekín de la situación en el Magreb está íntimamente ligada a lo que ellos creen una posibilidad de aumento notable de la influencia militar e ideológica de Moscú en la región.Desde el punto de vista político, los chinos parecen tener muy en cuenta la unanimidad marroquí, generalizada, tanto en los partidos o grupos progubernamentales como de la oposición en torno al rey y con respecto al Sahara.

Para los chinos, el régimen argelino es mucho más cerrado que el marroquí, y las posibilidades de evolución de Argelia parecen apuntar, según el análisis citado, hacia un mayor acercamiento a la URSS en caso de deterioro grave.

Por el contrario, estiman que la crisis marroquí, económica y política, debidas principalmente a la guerra del Sahara, crea en Marruecos condiciones más favorables a una evolución democrática, incluida una posible participación de la oposición en el poder.

De esta participación, especialmente de la de la Unión Socialista, que preside el doctor Abderrahim Buabid, se habló la semana pasada. Las especulaciones subieron de tono después de que el fin de semana último el rey Hassan II recibiera en su palacio de Ifran, y a petición suya, a una delegación del buró político de la USFP.

Las conversaciones entre la formación socialista y el rey no concluyeron en ninguna propuesta concreta porque, al parecer, Marruecos, o sobre todo el rey, parecen confiar aún en la posibilidad de un encuentro entre el presidente argelino, Chadli Benjedid, y Hassan II.

A pesar de las declaraciones del líder palestino, Yasser Arafat, negando que hubiese mediado en el conflicto del Sahara, en Rabat se tiene la certeza de que no sólo medió, sino que su mediación no resultó fracaso totalmente.

La tesis de la resistencia palestina, esgrimida tanto ante Hassan II como Chadli Benjedid, es que en la etapa actual el mundo árabe no puede permitirse confrontar dos guerras y que la principal es la que se lleva a cabo contra Israel por la restauración de los legítimos derechos palestinos.

Para la OLP se trata igualmente no sólo de mantener, sino de ampliar el aislamiento del presidente egipcio, Anuar el Sadat, cuya oferta de ayuda militar a Marruecos hizo pensar a la OLP y los demás países árabes que podía llevar a la ruptura del frente antiSadat. De hecho, se estima en los medios diplomáticos de Rabat que ya llegaron algunas armas egipcias a Marruecos.

Presión del ala dura argelina

Arafat hizo un llamamiento urgente a los dos jefes de Estado del Magreb para que lograsen un acomodo de sus respectivas posiciones intransigentes, en aras del interés superior de la causa palestina. Según algunas fuentes, el ala dura del FLN, encabezada en las entrevistas de Arafat en Argel por el coronel Slimane Hoffman, ejerció fuertes presiones sobre el presidente Chadli para que rechazase tal encuentro.Sin embargo, la mayoría de los países miembros de la Liga Arabe despliegan ingentes esfuerzos por encontrar una fórmula que permita a todas las partes implicadas, y entre ellas, se entiende, también al Polisario, encontrar una manera de sentarse en una mesa de negociaciones.

Este es el sentido que se atribuye a la vista que efectuará próximamente a Libia el rey Jaled de Arabia Saudí. La prensa de Rabat le atribuía ayer al reino wahabita la intención de presentar un proyecto de mediación que pudiera ser aceptable por todos.