Aplazado el estreno de "Jueces en la noche", de Buero Vallejo

Con un suspiro de alivio anunció ayer el director de teatro Alberto González Vergel la suspensión del estreno de la obra Jueces en la noche, de Antonio Buero Vallejo, prevista para anoche en el teatro Lara de Madrid. El señor González Vergel, director de la obra, y la empresa del mencionado local llegaron al acuerdo de poner en escena esta pieza de Bueno Vallejo el próximo martes, porque dificultades técnicas, relacionadas con la coordinación de los distintos elementos de la puesta en escena, impedían cumplir con la fecha inicialmente marcada. Los actores, sin embargo, ya estaban dispuestos para poner en marcha la representación.

«Hay estrenos que se malogran porque se realizan cuando la coordinación entre todos los elementos de una puesta en escena no se ha logrado hasta el milímetro», explica el señor González Vergel. «Hay estrenos que fallan, aunque funcionen todos esos elementos de modo armónico, así que imagínese qué puede suceder cuando los fallos se advierten y, aun así, se va al estreno indebidamente. Yo jamás estrenaré si estoy convencido de que voy a estafar al público. En este caso, tenía la certidumbre de que si abríamos en la noche del viernes íbamos a engañar al espectador.»Alberto González Vergel hablaba sobre la suspensión de este esperado estreno -desde hace dos años, Buero Vallejo no se acercaba a los escenarios españoles con una obra nueva- a mediodía del viernes, después de estar catorce horas ininterrumpidas en el teatro, ultimando los preparativos de una puesta en escena que no se produjo. «Es lamentable, terrible, cómo se trabaja el teatro en España. Es un sistema entre cruel y absurdo, mediante el cual, director, empresa y técnicos trabajan cada uno por su cuenta, hasta que al final se producen graves faltas de coordinación que no pueden salvarse porque el tiempo es una especie de demonio que no acepta pactos.»

Las presiones que Alberto González Vergel vivió durante las horas que precedieron a este aplazamiento del estreno de la obra de Buero quedan ilustradas por estas frases dramáticas del soñoliento director: «Después de las catorce horas de incertidumbre, creo que he salido de la cámara de la tortura. Me siento relevado de una grave responsabilidad.»

El diablo en el cuerpo

¿Tan difícil es la obra de Buero Vallejo? «Es dificilísima», dice el señor González Vergel. «Es uno de esos textos que tiene el diablo en el cuerpo, como decimos en el teatro. Se dan en este trabajo dramático una serie de elementos muy difíciles de interpretar y de dirigir. A niveles teatrales y técnicos no se me ocurre un antecedente que haya supuesto tantas complicaciones.»Aún así, Alberto González Vergel se muestra entusiasmado con la obra. «Este es uno de los mejores textos de Antonio Buero. Es sólido, lúcido e inmediato. Espero que de Jueces en la noche se hable durante mucho tiempo, porque trata de modo poético y dramático de la situación por la que atraviesa la España que vivimos. El tema tratado por Buero Vallejo sucede en Madrid, pero por extensión podrían ser válidas sus circunstancias en cualquier otra latitud donde ocurre la crisis política, social y humana que los españoles pasamos. Es una tragedia moderna con cuyo testimonio yo estoy plenamente de acuerdo. Por ello, independientemente de las dificultades técnicas, formales, que la obra implica, en mi puesta en escena me limito a subrayar y remedar todo lo que él escribió.»

Jueces en la noche es, según la interpretación de Alberto González Vergel, «una obra en tomo a la crisis, realizada a través de una terrible historia de amor. El protagonista es un hombre que fue ministro de Franco -no se dice qué cartera desempeñó -y que ahora es, siempre en la obra, diputado por un partido que puede identificarse como de centro. El personaje es un hombre que ha experimentado una evolución ideológica, humana, pero los remordimientos del pasado le impiden el ejercicio de ese cambio honesto. Formalmente, la obra tiene grandes hallazgos. No es clásica, sino que tiene una aportación de gran autor. Se juega en ella con el pasado, con el presente y con el mundo onírico. Hay algo que es preciso resaltar: no es un drama con claves, metáforas o símbolos, de modo que resulta fácil de comprender».

Teatro político actual

Para Alberto González Vergel, Jueces en la noche llena un vacío en la historia teatral española. «Yo creo que desde los clásicos no se analizaba en los escenarios lo que ocurría a nuestro alrededor en España. La virtud de esta obra de Buero es emprender ese análisis dándole al teatro el carácter de espejo en el que el público se refleja. En Jueces en la noche, como en todos tos dramas anteriores de Buero, el público se va con un rayo de esperanza, a pesar de que el desenlace de la obra es terrible, angustioso, feroz.»La ausencia de un teatro político de los escenarios españoles durante tanto tiempo es, para González Vergel, una consecuencia de los fracasos que las diversas intentonas, como dice él, han cosechado en nuestro país, «quizá por su falta de objetividad o por su espíritu demagógico. Esta situación ha obligado a la recreación de los clásicos como instrumentos de expresión de las inquietudes políticas de cada momento».

A nivel general, Alberto González Vergel considera que la crisis que padece el teatro es reflejo de la propia crisis que padece la sociedad. «A grandes etapas de auge se corresponden períodos de brillante creación artística. En España lo que ocurre es que a la profunda crisis que atravesamos se añade una falta general de estímulos a los profesionales, a los que la Administración olvida.» En este sentido, el señor González Vergel lamenta la programación de obras dramáticas de Televisión Española, que, según él, ignora lo que hacen autores españoles y prefiere producir trabajos extranjeros.

Alberto González Vergel termina hablando de nuevo de Jueces en la noche: «Será tremendamente dolorosa para muchos españoles, pero, aunque no se esté de acuerdo con ella, obligará a la reflexión a la que incita, porque es un trabajo hecho con una gran honestidad moral, sin demagogia.»