El Parlamento Europeo puede autorizar a la CEE a entablar diálogo con la OTAN
La defensa europea, el presupuesto para 1980 y el envío de mantequilla a la URSS son los tres puntos principales del debate en Estrasburgo, que reúne a los 410 miembros del Parlamento Europeo.
Durante toda la semana, los parlamentarios, bajo la presidencia de la francesa Simone Veil, entrarán a fondo en las polémicas de la Europa del Mercado Común. Se considera la actual sesión como la primera de carácter político, después de la reunión inaugural del nuevo Parlamento Europeo elegido por sufragio universal directo, que se celebró durante la semana del 16 al 20 de julio último. La rentrée del Parlamento promete ser movida y rica en controversias. El mero hecho de inscribir en su agenda el debate sobre la defensa europea, ha provocado una serie de reacciones importantes en el seno de muchas «familias» políticas europeas. En particular entre los gaullistas y los comu nistas franceses, que critican el principio de debatir temas defensivos en la Asamblea Europea, por considerar que el Parlamento Europeo sobrepasa sus limites y refuerza unilateralmente sus poderes al incluir la defensa en sus debates, y porque el sacrosanto principio de la defensa «nacional» es un asunto tabú que no puede salir del foro de un Gobierno o un Parlamento nacional.Es de esperar que comunistas franceses y gaullistas se opondrán al principio de incluir los capítulos defensivos en el contexto del Mercado Común, lo cual no podrá impedir que la mayoría de democristianos, socialistas, conservadores, liberales y comunistas italianos dé «luz verde» al principio que recomienda el «informe» Klepsch (democristiano) para «crear un mercado estructurado para la industria europea de armamento y fundar una agencia europea para el abastecimiento de armamento que pueda negociar las compras y ventas de armas con Estados Unidos».
El Parlamento, en su sesión actual, deberá responder si autoriza o no a la Comisión Europea, órgano gestor de la vida comunitaria, «a tomar contacto con la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y los servicios competentes de los Estados miembros con vistas a formular programas comunitarios de suministro de armamento en el marco de la política industrial comunitaria». No se trata en ningún caso de resucitar la vieja idea de una «Comunidad Europea de Defensa», como se plantearon a finales de la década de los años cincuenta los seis Estados fundadores del Mercado Común.
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