_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Nuevo obstáculo a la entrega del canal de Panamá

LA CAMARA de Representantes de Estados Unidos acaba de rechazar un proyecto de ley, anteriormente aprobado por el Senado, en relación con los acuerdos firmados por los Gobiernos de Washington y Panamá, para la recuperación por la república centroamericana de la soberanía del canal panameño. Este hecho, que puede ser rectificado en el curso de la semana próxima y que constituye una traba más al lento proceso de la recuperación de su territorio por el pueblo panameño, no tendría mayor importancia si no fuera porque la entrada en vigor del tratado está prevista para las 11.30 de la mañana del próximo día 1 de octubre.El argumento esgrimido por los diputados norteamericanos a la hora de bloquear la puesta en marcha del tratado que aunque confiere a Panamá el 55% de la propiedad del canal incluye condiciones leoninas de índole económico, político y militar, ha sido que el debate del canal les ofrecía una buena oportunidad para criticar la política del presidente Carter en Centroamérica, que es calificada de débil. La estruendosa caída del régimen de Somoza en Nicaragua y los recientes incidentes políticos de El Salvador y Guatemala aparecen como trasfondo de la inquietud demostrada por 203 diputados contra 192 más flexibles y favorables a otorgar luz verde al tratado del canal.

Qué duda cabe que el ala conservadora de esta Cámara tiene sobradas razones para demostrar su inquietud por el desarrollo de los acontecimientos en estos tres países, sobre todo si se da por bueno que las dictaduras que imperan en Guatemala y El Salvador o la que presidía Somoza en Nicaragua eran los regímenes ideales.

La inquietud de esta mayoría de la Cámara de Representantes no debería, sin embargo, mostrarse por la debilidad de la política exterior del presidente Carter en la zona, sino más bien por la existencia de regímenes no democráticos en El Salvador y Guatemala, apoyados por Estados Unidos y similares al que imperaba en Nicaragua hasta la caída de Anastasio Somoza. Es esta actitud de la política norteamericana, que el presidente Carter ha ido corrigiendo con su defensa de los derechos humanos, lo que puede desestabilizar el equilibrio de la zona, máxime si, por un antiamericanismo más que justificable, dichas dictaduras pasan de la dependencia norteamericana a la órbita de la Unión Soviética y abandonan la posibilidad de que sus revoluciones den origen a regímenes democráticos.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

El retraso eventual de la entrada en vigor del tratado panameño -considerado como insuficiente por un amplio sector de la población de este país- puede constituir toda una provocación y el principio de una nueva escalada de disturbios e incidentes en Panamá, amén de los efectos que ello tendría en la política interna norteamericana, porque el bloqueo del tratado no sería otra cosa que la desautorización del presidente Carter.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_