El consejero de Cultura denuncia la destrucción de una iglesia
La Consejería regional de Cultura del ente preautonómico ha denunciado al arzobispo de Oviedo la destrucción de la iglesia renacentista de San Juan Degollado de Villaláez, en Cangas del Narcea, considerada por el titular de la Consejería, el socialista Atanasio Corte Zapico, como «uno de los más brutales actos de esquilmación del patrimonio artístico asturiano».Hasta el día 22 de julio de este año, fecha en la que se inició la demolición, el templo parroquial era un gran edificio, que constituía una excelente fábrica del siglo XVI. En el muro sur de la nave, cerca del arco toral, se levantaba la sacristía, por donde aflora aún el manantial que dio origen a la advocación popular y a una hermosa leyenda sobre la construcción de esta iglesia.
El expolio comenzó en la década de los cuarenta, cuando el sacerdote encargado de la custodia del rico patrimonio vendió la talla de más valor, el Cristo románico, en 5.000 pesetas, pese a la oposición del pueblo. El principal responsable de la venta del patrimonio del templo, según el consejero de Cultura es el actual sacerdote, que llegó a la parroquia en 1955. El señor Corte Zapico afirma que, pese a la acendrada religiosidad de los vecinos, que se opusieron sistemáticamente a esta operación, «los retablos laterales son vendidos prontamente: el tejado de la sacristía se derrumba y el sacerdote impide su arreglo por los vecinos, originando un deterioro que a la larga afectaría a la nave. La idea del párroco era ya construir un templo nuevo».
Fondos para una nueva iglesia
El consejero socialista acusa al párroco de vender el gran retablo mayor para conseguir fondos destinados a la construcción de una nueva iglesia -una especie de tendejón- «Puesto de acuerdo con el chamarilero de turno», agrega, «el retablo es vendido en 1974 en la cantidad, confesada por el vendedor, de 200.000 pesetas. Con unas cuerdas que se pasan por su dorso, y ante el estupor y la indignación de todo el pueblo, el gran retablo se derrumba sobre las gradas y las naves del templo: pero la oposición de los parroquianos impide su salida del pueblo, al cortar el paso con árboles y otros objetos que cruzan sobre el camino.»Después de reprochar la inhibición de las autoridades civiles y eclesiásticas, el señor Corte Zapico califica de «sonrojante, brutal y arbitraria» la demolición de esta iglesia, iniciada el pasado mes de julio, también con la oposición del vecindario. Actualmente sólo queda del templo gran parte del presbiterio, con la brecha abierta a lo largo de la zona central de su bóveda.
El consejero socialista se lamenta finalmente de que el tendejón que será la nueva iglesia se levante sobre las ruinas del antiguo templo, «sobre el manantial donde al beber curó de sus graves dolencias de la garganta la "rica señora" que, en agradecimiento, levantó el viejo templo de Villaláez».
Al parecer, el obispo de Oviedo ha sugerido al consejero socialista la inconveniencia de fomentar la superstición.
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