La última batalla de Tito
«( ... ) No hay ninguna duda de que la Unión Soviética desea llevar el Movimiento de los no alineados a su propio campo. A este respecto Tito libra su última batalla, pues representa el principio opuesto y sabe que no puede dejar de combatir a menos que acepte la derrota. (...) Al mismo tiempo debe evitar la ruptura del movimiento, lo que significaría también una ventaja para Moscú. ( ... )», 2 de septiembre
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