_
_
_
_

Crítica de Carrillo al programa económico

De «fuga hacia atrás» ha sido calificado el programa económico del Gobierno en un artículo publicado ayer en Mundo Obrero firmado por Santiago Carrillo. Para el líder comunista, «en realidad sigue sin haber un plan que merezca el nombre de programa económico y que sea eficaz».Critica la política económica del Gobierno, que «adolece de una frivolidad e irresponsabilidad difícilmente superables», e ironiza sobre las justificaciones dadas por el Gabinete al abandono de sus anteriores previsiones: «Con la lógica gubernamental tendríamos que estar haciendo planes económicos nuevos para cada seis meses o cada año.»

En cuanto a la introducción del plan, donde el Gobierno habla de la crisis mundial que «proyecta una profunda incertidumbre, cuando no un panorama sombrío, sobre las posibilidades de nuestra evolución futura», Carrillo concede que son frases que se acercan a la verdad; pero -en palabras del líder comunista- «un criterio de rigor obliga a ir más seriamente a las raíces de esta crisis concreta que vive hoy el mundo capitalista».

Abril se lava las manos

En lo referente a España, en el documento gubernamental, «si no aparecen muchas proposiciones de solución», dice Carrillo, «lo que, en cambio, queda nítidamente expuesto es la filosofía que informa el plan: dejar que actúen "libremente" las leyes de mercado y que éstas sean las que resuelvan la crisis». Para el secretario del PCE esto equivale a que Abril «se lava las manos» y «que salga el sol por donde quiera».

«Se habla de "libertad"», añade el líder comunista, «para que actúen las leyes de mercado en un país donde, prácticamente, nunca ha sucedido así y en una época en que, de hecho, cada vez actúan menos libremente esas leyes, marcadas por un creciente intervencionismo del Estado en todos los países capitalistas.»

La política antiinflacionista planteada por el Gobierno, juntó con la reducción de la demanda interna y muy probablemente extema, significará que «el libre juego» de las leyes del mercado supondrá -según Carrillo-: 1. Un incremento brutal del paro. 2. Una congelación, cuando no una reducción, de los salarios reales, junto a los intentos de imponer mayor productividad. 3. Multiplicación de quiebras y ruinas en la PYME. 4. Una mayor crisis en la agricultura. Y todo ello, dice el líder comunista, sin tener ninguna certeza de que el empresario -acostumbrado a rápidas tasas de beneficios- se decida a invertir.

Al analizar el dilema inflación-recesión, Carrillo se pregunta: «¿No habría que arriesgar una cierta tasa de inflación en las condiciones presentes si ello nos permite hacer un plan económico capaz de crear empleo y de facilitar crédito a la PYME? Tenemos reservas de divisas, ¿no debería dedicarse una parte de ellas a la financiación de tal plan?»

Concluye Carrillo haciendo hincapié en la necesidad de un plan económico, de «una política económica, inspirada en un principio de solidaridad, que tendría que comenzar, por dar una participación a la clase obrera en su elaboración y en su aplicación».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_