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Democracia imperfecta

«El encierro de los alcaldes del Baix Llobregat, finalizado una vez que se informó positivamente de la reunión, que se celebró en Madrid, y la actitud de los ayuntamientos de Extremadura que se oponen a la construcción de la central nuclear de Valdecaballeros ha merecido la censura de algunos por creer que se trata de medios de presión no democráticos. Si existen cauces para la discrepancia política, lo natural es que se utilicen éstos y no que se sirvan de medios que son más propios de una dictadura que de una democracia formal, sostienen.Sin embargo, los que así opinan se olvidan de considerar que antes de llegar a este extremo los afectados han utilizado todos los procedimientos legales a su alcance. En Extremadura se da la paradoja que el propio partido del Gobierno, los representantes de la UCD, se oponen también a la decisión del poder central.

Los alcaldes del Baix Llobregat se tropezaron asimismo con serias dificultades y tuvieron sobrados motivos para pensar que sobre la agresión contra el alcalde de Abrera se iba a correr un tupido manto de silencio y olvido. (...)

Que los alcaldes se encierren para reivindicar algo o que los ayuntamientos organicen huelgas para evitar decisiones contrarias a los intereses del pueblo no dice nada contra ellos, sino contra un sistema político en el que la voluntad popular todavía no es soberana.»

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1 de septiembre

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