Entierro de Celso Emilio Ferreiro en Celanova (Orense)

En el monasterio de San Rosendo, de Celanova, villa natal del poeta, se celebraron a mediodía de ayer los funerales y, a continuación, el entierro de Celso Emilio Ferreiro. En el duelo familiar, la esposa, tres hijos y otros familiares. La flor de las artes de Galicia, políticos y autoridades, entre las que se encontraba el presidente de la Diputación de Madrid, Carlos Revilla, asistieron a las honras fúnebres. El oficiante de la misa pronunció la homilía en español, lo que disgustó a un sector, que se marchó de la iglesia. Ante la estatua de Curros Enríquez, el alcalde testimonió el sentimiento de la corporación celanovense y el acuerdo de dar nombre del poeta a una calle. El presidente de la academia gallega, García Sabell, señaló que Galicia vive horas de una gran ausencia por la falta de la voz de un poeta que era de la toma de conciencia de nuestro país, y, que tenía como antecedentes a las medievales Cantigas de mal decir, y a Curros, sin continuador. A continuación, el presidente de la Junta de Galicia, Quiroga Suárez, intervino tras de que algunas voces se pronunciasen en contra para decir que ahora que Galicia había alcanzado la justicia, los hombres que lucharon por ella hacían su tránsito. Se leyó el último poema escrito por Celso Emilio y en el cementerio, a petición de la familia, el escritor catedrático Alonso, Montero leyó la poesía Irmans (Hermanos).