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Caráter interdisciplinario de la Bienal de Venecia

"Soldados", de Alfonso Ungría, selección española

El león alado de San Marcos, símbolo de la ciudad y de la Bienal de Venecia, Inició ayer una nueva etapa con la Mostra Internacional de Cine, dentro de las actividades culturales programadas para este año por el ente autónomo de la Bienal. El sentido de emprender una nueva andadura está impreso en todos los carteles, obra del grafista norteamericano Milton Glaser, donde, en una sucesión de viñetas, un león multicolor comienza un despegue hacia el infinito.

De una forma más sencilla de presentación, Giuseppe Galasso, presidente de la Bienal, y Carlo Lizzani, director de la Mostra dieron a mediodía de ayer -la bienvenida a los quinientos informadores y críticos de la prensa nacional e internacional que seguirán las proyecciones, ruedas de prensa y coloquios, hasta el próximo 4 de septiembre. Ambos subrayaron la vocación de la Mostra de convertirse, sin triunfalismos ni frivolidades, en una presencia cultural viva, donde se conozca y discuta el lugar del fenómeno cinematográfico en la sociedad cinematográfica. La atención al cine no va.a ser determinante, ya que la Bienal comprende además, en las próximas semanas, encuentros de música, arquitectura y teatro, donde se analizarán temas concretos de la producción cultural con una intención y carácter interdisciplinario. Incluso el programa general de la Mostra incluye tanto películas de cine como de televisión, a través de experiencias de cineastas, lo que puede significar el final de la hegemonía del cine en el campo audiovisual. La Mostra de Cine de Venecia comienza en 1932 con la discusión de los componentes artísticos en el cine. Los cambios sufridos en la sociedad europea a partir de 1968 afectan de una forma definitiva al festival, que deja de celebrarse en 1971. Ahora vuelve con la intención de presentar una selección del cinema mundial, que signifique a la vez búsqueda artística y social y expresión comunicativa.Vuelve la Mostra de Venecia sin el carácter de competición. A partir de este año, según el reglamento, no se otorgarán los «leones» de los premios. Las películas invitadas han sido seleccionadas por el consejo directivo de la Bienal, único responsable en la elección de las películas que van a representar a los distintos países. En la lista de películas se ha intentado reflejar la situación actual de los cinemas nacionales, con objeto de que ofrezcan una muestra que suscite el debate abierto, desde los aspectos de investigación cinematográfica a la producción industrial.

Durante tres meses, unas cien personas se han dedicado a la organización de la Mostra, con un ritmo irregular a causa de la complicada situación política italiana. Durante las últimas horas los preparativos de inauguración se han preocupado por los pequeños detalles, desde la colocación de macetas a la instalación de cámaras y micrófonos de la RAI, con objeto de que los visitantes, recibidos con una fuerte tormenta y lluvia, participen en la resurrección de la Mostra. Ya el hecho de su apertura es una respuesta-provocación a los que, como al cineasta italiano Marco Ferreri, se acaban de interrogar con ironía sobre la existencia «todavía» de una muestra de cine. Venecia seguiría con su tradición de ciudad cultural, la recuperación del prestigio de la Bienal y la presencia del cine en nuestras vidas, aunque los italianos siguen muy de cerca la captura y regreso del terrorista Franco Freda y con inquietud la huelga de trenes.

La Mostra Internacional de Cine se va a desarrollar en dos secciones, con idéntica valoración artística. Bajo el título de Venecia Cinema 79 se presentarán veintitrés películas de distintos países. Con un llamativo predominio de Estados Unidos e Italia, que inauguró las sesiones con El prado, de Paolo y Vittorio Taviani, ganadores hace dos años del Festival de Cannes con Padre padrone. En esta sección se presenta la única película española de la Mostra, Soldados, de Alfonso Ungría. En la segunda sección, Laboratorio veneciano, estarán las películas que reflejan experiencias o el proceso de su estructura, con especial interés en los aspectos de lenguaje, formales o de producción. Como ha sido habitual de la Mostra, la retrospectiva estará dedicada al cineasta francés Marcel Pagnol (1895-1974) y habrá sesiones de homenaje a Nicholas Ray, Emilio Ghione y Francesco Pasinetti. Entre el 1 y el 3 de septiembre se va a celebrar un simposio sobré «El cine de los años ochenta», que pretende ser una reflexión teórica sobre la institución cinematográfica occidental, ya que en próximas ediciones se dedicarán al cine de los países socialistas y del Tercer Mundo. En las jornadas se discutirán temas relacionados con el lenguaje, la industria y el público.

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