Jomeini desata la represión contra los nacionalistas kurdos en Irán
Por segundo día consecutivo, la represión contra las minorías nacionales y contra la izquierda caracterizó la jornada del martes en Irán. Catorce guerrilleros kurdos fueron ejecutados ayer a causa de su participación en los enfrentamientos con tropas gubernamentales, ascendiendo ya a veinticinco el número de nacionalistas ajusticiados a causa de los incidentes de Paveh. Por otra parte, las autoridades iraníes expulsaron ayer a tres periodistas, suspendieron el semanario de mayor tirada del país y cerraron la sede del Partido Comunista (Tudeh).
La represión en el Kurdistan iraní está siendo llevada a cabo por el ayatollah Jaljali, quien pronunció personalmente las catorce sentencias de muerte. Jaljall se hizo famoso al anunciar, hace unos meses, la condena a muerte y próxima ejecución del sha y su familia.Para acabar definitivamente con la rebelión kurda, según anunció el primer ministro iraní, Melidi Bazargan, varias columnas blindadas del Ejército penetraron, a última hora del martes, en el Kurdistán.
La radio iraní indicó que entre los proyectos militares previstos para la zona figuran la reapertura y ampliación de la base militar de Mahbad, antigua capital de la efímera República kurda de la inmediata posguerra.
La base militar de Mahbad fue ocupada por los. kurdos a raíz de la revolución de febrero pasado. Según fuentes kurdas, Mahbad, uno de los centros de la resistencia kurda, será escenario próximamente de una concentración kurda en apoyo de su líder religioso, jeque Ezzeddine Husseini, acusado de «corrupto» por el ayatollah Jomeini.
En la actual capital del Kurdistán iraní, Sanandaj, reúna una calma tensa. Unidades blindadas mantienen su cerco y patrullas militares vigilan las calles. El cuartel general del prohibido PDKI permanece cerrado desde la entrada de las tropas, el domingo pasado.
En el marco de la represión contra la prensa, las autoridades iraníes expulsaron ayer a tres periodistas extranjeros, anunciaron la expulsión de otros dos y cerraron, a lo largo de las últimas 48 horas, un total de veintiséis periódicos y revistas.
Ali Behzadnia, director general de prensa extranjera, del Ministerio iraní de Orientación Nacional, anunció ayer que el Gobierno expulsó a los periodistas británicos Andrew Whitley, del Financial Times, y Towyn Mason, de la BBC, así como al francés Jerome Dumoulin, de la revista L'Express.
Behzadnia añadió que otros dos periodistas occidentales serán expulsados próximamente, pero no reveló la identidad de estos corresponsales, aunque señaló que se trata de dos germano-occidentales.
El ayatollah Azeri Gomi, fiscal del tribunal islámico de Teherán, en unas declaraciones a Radio Teherán, afirmó ayer que en las últimas 48 horas habían sido clausurados en Irán veintiséis periódicos y revistas, acusados de «provocaciones contra la República Islámica».
El último órgano de prensa prohibido ha sido el semanario Djavanan (Los Jóvenes). La revista de mayor tirada del país (cerca de 400.000 ejemplares).
Por último, las autoridades iraníes cerraron la sede central del Partido Comunista prosoviético (Tudeh).
Las puertas de la oficina central del partido, situada en las proximidades de la Universidad de Teherán, aparecieron ayer selladas. Según fuentes del partido, unos veinte guardias de la Revolución ocuparon la sede durante la pasada noche.
La clausura de la sede central de Tudeh se produce al día siguiente del cierre de los dos periódicos del partido, por orden del fiscal general del tribunal revolucionario de Teherán.
Se ignora el paradero del secretario general de Tudeh, Nur-Edin Kianur, y de los otros líderes del partido.
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