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La crisis del Magreb

Silencio argelino e indignación mauritana

Ningún medio de comunicación argelino se hizo eco ayer de la conferencia de prensa celebrada el domingo, en Rabat, por el rey Hassan II.

La explicación oficiosa es que terminó muy tarde para los periódicos, pero, como no fue así para otros medios de comunicación, es fácil deducir que los responsables argelinos prefirieron concederse un tiempo de meditación.

Por su parte, en círculos diplomáticos de Argel no se cree que las declaraciones reales provoquen respuesta oficial alguna, y se estima que el Gobierno argelino se mantendrá en su ya conocida postura: el problema del Sahara es un estricto problema de descolonización que concierne a los saharauis y que pudo plantearse por la política expansionista de Rabát.

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En relación con la reciente estancia en Argelia de una delegación norteamericana presidida por el congresista Stephen Solarz, fuentes bien informadas, que la califica de muy importante, creen saber que la delegación norteamericana quedó profundamente impresionada tras su visita a los campamentos de refugiados saharauis en la zona de Tinduf, en el sur argelino.

Dichas fuentes consideran que con esta visita y con la que está realizando en estos días otra delegación norteamericana, del poder legislativo de este país, poco o nada partidario -contrariamente a la opinión de la Casa Blanca- de la venta de armas a Marruecos, pretende estar en posesión de todos los datos en tomo al problema y sobre todo lo concerniente a las posibles repercusiones, según la intención diplomática de cada país, que sobre el equilibrio estratégico en la zona pueda tener la participación norteamericana en el fortalecimiento de la potencia militar marroquí.

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Por su parte, el Consejo de Ministros de Mauritania acogió con «indignación» las declaraciones hechas por el rey de Marruecos, Hassan II, con respecto a Mauritania, en el curso de la conferencia de prensa que celebró el domingo en Fez, según Informó la agencia France Presse.El Consejo de Ministros, después de celebrar una reunión extraordinaria, expresó «la indignación de la Asamblea de la nación mauritana frente a la flagrante intromisión en nuestros asuntos intemos y la voluntad, claramente manifestada, de desestabilizar nuestro país».

El Gobierno mauritano, que ha examinado durante esta reunión «la situación creada por los últimos acontecimientos en la región», ha dictaminado, precisa el comunicado, el conjunto de medidas que califica «la protección de los intereses vitales de nuestro pueblo, frente a la actitud deliberadamente hostil de Marruecos hacia Mauritania».

El Consejo de Ministros ha hecho un llamamiento a «los países hermanos y amigos y a la opinión intemacional», para que apoyen a Mauritania «en la resistencia contra el hegemonismo y los intentos de dominación»; pide al pueblo mauritano que se una en «la lucha sagrada para la defensa de la independencia, de la dignidad y de la integridad territorial».

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