Polémica sobre la fecha de regreso de Leizaola al País Vasco

La fecha en que el lendakari Jesús María de Leizaola debe regresar a Euskadi divide hoy por hoy al PNV en dos sectores: los que creen que debe participar en la campaña del referéndum del Estatuto y votar en su tierra natal, y los que consideran que no debe venir hasta el día en que pueda traspasar la legalidad que representa al lendakari de un nuevo Gobierno vasco nacido del Estatuto de Guernica.El tema fue debatido ampliamente en la última reunión del Euskadi Buru Batzar, máximo órgano ejecutivo del PNV, celebrada el miércoles en Vitoria, pero la decisión final parece que no se tomará probablemente hasta la celebración en la misma capital el 7 de septiembre de la asamblea nacional del partido.

Algunos dirigientes nacionalistas consideran que en la campaña de apoyo al Estatuto que el partido iniciará en septiembre sería un importante tanto propagandístico contar con la presencia en Euskadi de Jesús María de Leizaola. Se trataría así de contrarrestar el índice de abstención que se considera que habrá de ser elevado en el País Vasco, máxime si, como se espera, Herri Batasuna recomienda a sus electores se abstengan de votar. Otros dirigentes por así decirlo más «legalistas» opinan que el lendakari debe mantenerse en el exilio hasta tanto no se constituya un Gobierno vasco y pueda traspasar la legalidad que personifica al nuevo presidente del mismo. Es esta la posición que, con respecto al controvertido tema del regreso de Leizaola, ha mantenido hasta la fecha, de forma oficial, el PNV.

En caso de que persista finalmente esta postura se ha acordado que Jesús María de Leizaola se traslade definitivamente a Euskadi norte, a Bayona «para estar más cerca» y poder preparar los detalles de su vuelta. Durante este período de tiempo, el PNV pretende preparar un libro biográfico sobre el lendakari, que no ocupará a su regreso ningún puesto en el nuevo Gobierno vasco. Sin embargo, parece que a Jesús María de Leizaola se le concedería el título simbólico de presidente vitalicio del Gobierno vasco o alguna fórmula similar, en reconocimiento por su labor en el exilio.

Otro tema que estos días discute la dirección del PNV es la fecha del referéndum del Estatuto. Un portavoz del partido declaraba ayer a EL PAIS: «No tenemos derecho a fijar por nuestra cuenta una fecha. Somos mayoritarios, pero no la única fuerza del Consejo General Vasco (CGV), que es, con el acuerdo de todos los partidos que lo integran, quien debe decidir. Nosotros si acaso podríamos recomendar al CGV la celebración del referéndum en un día concreto.»

El PNV desearía en principio que la consulta se llevará a cabo el 25 de octubre, aunque en el seno del partido aún no se ha adoptado ninguna decisión al respecto.