_
_
_
_

Suárez y Felipe González, en Ecuador

Adolfo Suárez y Felipe González llegaron ayer tarde a Quito para asistir a la toma de posesión del presidente electo de Ecuador, Jaime Roldós, que abrirá en este país una nueva etapa democrática después de nueve años de dictadura. Adolfo Suárez llegó a la capital ecuatoriana procedente de Sao Paulo, donde concluyó su visita oficial a Brasil. Felipe González viene procedente de Nicaragua y de Cuba, donde ha conversado con los dirigentes sandinistas y con Fidel Castro, respectivamente.Mientras el avión de Suárez tomaba tierra en Quito, el de Felipe González -quien llegó con la delegación sandinista que encabeza Violeta Chamorro y el comandante Edén Pastora- sobrevolaba el aeropuerto ecuatoriano, a la espera de la pista que ocupaba el DC-8 de la Fuerza Aérea española. «Intenté transmitirle un mensaje a Suárez a través de la radio, de avión a avión, pero no fue posible », dijo Felipe, quien confirmó que Suárez sabía su asistencia a la toma de posesión del presidente Roldós, que se inicia mañana.

Pasa a página 9

España espera conseguir de Ecuador ventajas pesqueras

(Viene de primera página)

Felipe González, que se apresuró en llegar al hotel donde se hospedan todas las delegaciones, dijo que tenía mucho que contar de su viaje a Nicaragua y a Cuba. En unas breves declaraciones quedó sorprendido por el discurso de Suárez sobre las hegemonías. «Lo que dijo en Brasil lo debe repetir ahora en Madrid; a mí ese discurso me parece bien». También señaló que Castro le dijo que esperaba ver a España como invitado en la cumbre de los no alineados, sobre la que Felipe González dijo que «España debería estar presente; será interesante y, además, ello no compromete otras cuestiones». Añadió que con Castro habló de temas interesantes como la situación en Centroamérica y Nicaragua en especial. Sobre este último país, el líder socialista declaró que estaba muy impresionado por la difícil situación que atraviesa, y señaló que la nacionalización de todos los bienes de la familia Somoza constituye una socialización de facto de gran parte del país, ya que los Somoza controlaban el 60% de sus riquezas.

Felipe González, que dijo que venía como socialista y no como socialdernócrata, piensa entrevistarse con Suárez durante su estancia en Quito.

Petróleo y Pacto Andino

El petróleo y el Pacto Andino son quizá los dos mayores atractivos que rodean la toma de posesión del nuevo presidente ecuatoriano, que convocó, en Quito, a numerosas delegaciones de toda Arnérica y alguna europea (Italia estará representada por Andreotti). Esto es, al menos, lo que justifica la presencia de Rosalynn Carter, la primera dama de Estados Unidos, y del secretario de Estado, Cyrus Vance, quien ha solicitado una entrevista con el presidente Suárez, quizá para hablar de los no alineados o de los «bloques hegemónicos», vapuleados por Suárez en Brasilia.

Estados Unidos está escaso de petróleo e interesado en ver la evolución del Pacto Andino en terreno político: el ministro español de Asuntos Exteriores. Marcelino Oreja, destacaba ayer en el vuelo Sao Paulo-Quitoque el Pacto había dado un serio paso político, tomando posiciones comunes en materia de política exterior, como lo fue el apoyo al Gobierno provisional nicaragüense. El ministro señaló también que él y Suárez, en sus conversaciones con dirigentes de los países del Pacto, intentarán conseguir para España el puesto de observador en el Consejo de Ministros de la organización andina.

Hemos hablado de Nicaragua, y hay que señalir que a nivel popular y periodístico la delegación del Gobierno nicaragüense, que preside Violeta Charnorro, se tia convertido en la gran protagonista de la convocatoria ecuatoriana. La primera impresión de ello la tuvimos nada rnás llegar el avión presidencial de Suárez. Le fuerún rendido, honores rililitares por la Junta Militar de este país, que ahora se espera que deje el poder, al menos por un largo período, y por un númeroímportante de curiosos con banderas rojas y multicolores. A quienes acompañábamos a Suárez nos sorprendió el gentío, pero luego, cuando al salir el coche del presidente, los portadores de banderas rojas le gritaron «fascista» comprendimos: esperaban a Violeta Chamorro y a Edén Pastora, el «Comandante Cero».

A nivel político, este. viaje se presenta, al parecer, con más interés que el de Brasil, que fue el del turismo y las buenas palabras. España espera conseguir aquí ventajas pesqueras, profundizar en sus aspiraciones andinas y garantías de aprovisionamiento y, quizá, la posibilidad de participar en empresas mixtas. en lo que al petróleo se refiere.

También está de por medio el tema de las rclaciones entre España y Venezuela. que parecen enfriadas, al menos en el terreno económico. El ministro Oreja asegura que se trata sólo de un inipasse, hasta que la nueva Administracion enganche con los proyectos hispario-venezolanos firmados por España con la anterior presidencia. Optimista lo es también el presidente del Centro Iberoamericano de Coopéración, el erribajador Manuel Prado y Colón de Carvajal, quien hace un mes y illedío estuvo en Caracas intentando norinalizar los temas económicos. El problerna, o la frialdad venezolana, parte, al parecer, de que el Gobierno de Suárez jugó más a favor del candidato Pinerua en las pasadas elecciones (asesorado por Rafael Ansón) que con la candidatura de Herrera Camping, el dernocristiano. Ahora el nuevo presidente se encuentra receloso en Ios temas bilaterales y también en lo que a la articulación de España al Pacto Andino se refiere.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_