La OUA trasladará a las Naciones Unidas su resolución sobre el Sahara
En medio de cierto optimismo por haber logrado hacer adoptar algunas recomendaciones concretas, principalmente la que concierne al Sahara occidental, la cumbre de jefes de Estado de la OUA terminó el sábado en Monrovia.
La retirada de Marruecos de las sesiones, en protesta por lo que el ministro de Asuntos Exteriores de Rabat calificó de « tratamiento incorrecto e impositivo a su delegación», no impidió que la cumbre adoptara una resolución que pide la celebración de un referéndum en ese territorio.Al hacer el resumen de lo logrado en esta conferencia, el secretario general de la OUA, Edem Kodjo, dijo que, aunque Marruecos rechaza esta recomendación por el momento, la Organización confía en lograr el apoyo de todas las partes. De todas maneras, y respondiendo a una pregunta, Kodjo señaló que el Gobierno de Rabat no podrá ignorar esta resolución, que la organización pretende además trasladar a la ONU para una acción concertada con ella.
El comité ad hoc que presentó la recomendación ha sido encargado, bajo la presidencia de William Tolbert, de estudiar las medidas necesarias para hacer que esta resolución sea aplicada. El Frente Polisario, cuyo secretario general adjunto y «ministro de Asuntos Exteriores», Ibrahim Hakim, se habían trasladado a Monrovia, no pudieron ser oídos por los jefes de Estado por estimar la conferencia que ya habían sido ampliamente consultados durante el largo periplo de la comisión ad hoc.
La cumbre de jefes de Estado decidió igualmente reconocer como único y legítimo representante del pueblo de Zimbabwe al Frente Patriótico de Josua Nkomo y Robert Mugabe. Este reconocimiento exclusivo fue explicado posteriormente por el secretario general de la OUA como no contradictorio con cualquier otra iniciativa para llegar a una solución, incluida la conferencia de todas las partes, propuesta por algunos, a condición de que con ella no se quiera perpetuar al Gobierno de Abel Muzorewa.
En lo que a la cuestión del Próximo Oriente respecta, los africanos rehusaron condenar al presidente Sadat de Egipto, como habían solicitado las delegaciones árabes, aunque reconocieron que el conflicto en aquella zona del mundo sólo puede tener una solución justa cuando sean reconocidos los legítimos derechos del pueblo palestino a autodeterminarse y constituir su Estado.
Los derechos humanos, que siempre han sido objeto de las reticencias de estas cumbres, por lo que implican, según algunos Estados, de interferencia en los asuntos internos de los otros, han sido ampliamente tratados esta vez y se ha propuesto la elaboración de una carta africana sobre los derechos humanos, que deberá ser presentada a la aprobación de la próxima cumbre. Según Edem Kodjo, en esa carta se contemplarán asimismo posibles sanciones a aplicar contra aquellos que no respeten las estipulaciones de ese documento.
Los problemas económicos, que han quedado un tanto relegados ante el tiempo consumido por la cumbre sobre Próximo Oriente y el Sahara, serán abordados en una cumbre especial, que deberá tener lugar en Lagos, antes de la próxima reunión oficial, prevista en Freetown, Sierra Leona, enjulio de 1980.
Por otra parte, una importante reforma no sólo de sus estructuras, sino incluso de la periodicidad de las reuniones del Consejo de Ministros y de la Asamblea de jefes de Estado, ha sido encomendada al secretario general, Edem. Koidjo. Entre las primeras, según él mismo explicó, el secretariado de la OUA ya no será meramente administrativo, sino simplemente secretariado. Asimismo deberá reunir en un solo cuerpo las tres propuestas que existen de creación de una fuerza panafricana, de una estructura de crisis similar al Consejo de Seguridad y del actual Comité de Arbitraje.
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