_
_
_
_

El Estatuto vasco

«El acuerdo firmado en Madrid entre los representantes del Gobierno español y los de la principal formación política legal del País Vasco señala un cambio importante en la historia de las atormentadas relaciones entre las provincias de Euskadi y el resto del país.Nada estaba resuelto por anticipado, pero ambas partes estaban condenadas a entenderse. Suárez no podía ignorar que en caso de fracaso de las negociaciones los separatistas de ETA habrían ganado para su causa una importante mayoría de sus compatriotas, en particular todos aquellos que, hasta el límite, han esperado que una solución negociada era todavía posible. En cuanto al Partido Nacionalista Vasco, había apostado por el acuerdo con Madrid y la negociación, lo que le había llevado recientemente a separarse cada vez más de la estrategia violenta de ETA. Regresar ante sus compatriotas sin haber obtenido el acuerdo deseado hubiese sido para el PNV un terrible fracaso. ( ... )

Las concesiones obtenidas son reales, aunque son también, como en toda negociación seria, recíprocas. Bien se trate de la política fiscal, alineada, es verdad, sobre el sistema en vigor en el país o de la gestión de los organismos de seguridad social, los poderes del futuro Gobierno autónomo no serán pequeños ni reducidos algunos gestos simbólicos. Pero, sobre todo, los nacionalistas han obtenido lo que pedían en dos dominios esenciales, que afectan a la identidad misma (cultural y lingüística) de la patria vasca: la enseñanza y la RTV local. Se temía en la capital española que una enseñanza y un sector audiovisual enteramente controlado por los nacionalistas servirían principalmente para fabricar independentistas. Con ciertas concesiones constitucionales, los negociadores del PNV lograron imponer su decisión.

La actitud de ETA en las próximas semanas permitirá juzgar si se puede participar del optimismo de Juan María Bandrés, diputado de la izquierda nacionalista vasca, que ha estimado que la conclusión de este acuerdo equivalía a la firma de un tratado de paz.( ... )»

París, 19 de julio

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_