La subida del petróleo repercutirá inmediatamente sobre el consumidor español

La OPEP dictó ayer en Ginebra una larga prórroga para la crisis económica que soportamos desde 1974 y cuyas manifestaciones más terminantes son la inflación y el paro. La situación de falta de crudo provocada por la revolución iraní y el consecuente encarecimiento de los precios en los mercados libres se ha consolidado y ha dado paso a un encarecimiento del petróleo tan duro en términos absolutos como el de finales de 1973. A última hora de ayer se reunió en Castellana 3 el equipo económico del Gobierno, encabezado por Fernando Abril y asistido por expertos de la Comisaría para la Energía y de CAMPSA. En esta reunión se analizaron las consecuencias de la decisión de la OPEP y se estudió un cuadro de medidas inmediatas que serán propuestas al Consejo de Ministros de hoy. No hay que descartar que esta misma tarde se adopten decisiones conducentes a asimilar y repercutir el aumento del precio del petróleo.

La gasolina, el gasóleo, el fuel, la electricidad y todos los derivados del petróleo sufrirán elevaciones sustanciales de precios en los próximos días. Para España la elevación de precios decidida por la OPEP tendrá un impacto cifrado en un empobrecimiento por español y año de casi 6.000 pesetas. Expertos españoles señalaba n anoche a EL PAIS que, mientras el petróleo adquirido en 1978 costó una media de 12,70 dólares por barril y el comprado en el primer semestre de este año se sitúa cerca de los catorce dólares por barril, las adquisiciones de la segunda mitad del año costarán unos veintiún dólares por barril. Las importaciones de petróleo en 1979 costarán a España unos 6.300 millones de dólares, 1.600 millones más de los previstos al comenzar el año.El vicepresidente Abril manifestó ayer tarde que la decisión de la OPEP «representa un duro golpe a la economía. España no puede permitirse el lujo de seguir como si nada hubiera pasado hoy en Ginebra. No podemos volver a repetir la actitud adoptada por nuestro país en 1973, cuyas consecuencias estamos sufriendo. Soy partidario de asumir con realismo y firmeza las consecuencias de esta decisión. La nueva subida del precio del petróleo significa un empobrecimiento relativo de España y los españoles».

La decisión de la OPEP ha supuesto un relativo triunfo de la tesis de los países calificados de «moderados», que encabeza Arabia Saudita, al conseguir fijar un precio máximo, incluidas primas, para los crudos de mayor calidad. Aunque la banda de precios se ha fijado entre dieciocho y 23,5 dólares por barril, todo parece indicar que la mayor parte de los países situarán sus precios por encima de los veinte dólares.

Además, la conferencia de Ginebra ha dejado en el aire el acuerdo de mantener el precio por un semestre, ya que se ha establecido que si el dólar se desvaloriza más del 5% podrá revisarse el precio. En los últimos días, el dólar ha perdido un 3%, y parece fácil que supere en breve el límite del 5% de depreciación.

Poco antes de que la OPEP confirmara su decisión definitiva en Ginebra, los jefes de Estado de los siete países más ricos de Occidente se reunían en Tokio para iniciar la cumbre anual. El tema del petróleo centró la atención de los siete líderes, que no parece que vayan a suscribir acuerdos de gran impacto. La primera conclusión de la reunión es la decisión firme de acelerar los programas nucleares que permitan reducir la dependencia energética del petróleo. En segundo término se habló de limitar las importaciones de crudo, aunque no hay acuerdo sobre la mecánica para ello.

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