La famosa Vaguada
Permítame, con el ruego de su publicación, hacer uso de su periódico para puntualizar sobre una carta que apareció el 23 de junio, con referencia a la ya famosa Vaguada.De indignante se puede calificar esta carta que responde al magnífico y tal vez el mejor editorial que sobre el caso de La Vaguada se ha escrito, su título: ¿Urbanismo o demagogia?, que firma, como siempre, un señor de una de esas pequeñas agrupaciones que tenemos la dicha de disfrutar en nuestro barrio. Es indignante porque en cuanto alguien alza la voz contrariamente a la opinión de estos señores, ya es suficiente para recibir toda clase de reproches. Estos pequeños grupos no cuentan con el apoyo unánime del barrio, prueba reciente es la convocatoria de hace unas tres semanas con el lema «Acampa en La Vaguada»; sólo aparecieron las tres tiendas de campaña de siempre y, como es natural, con los habitantes de siempre.
Dice dicha carta «de espaldas a los vecinos», refiriéndose al Ayuntamiento anterior; ¿es que las asociaciones de vecinos de nuestro barrio han contado alguna vez con nosotros? Siempre han hecho y siguen haciendo lo que les parece mejor. ¿Han consultado con las amas de casa si desean que se instale el centro comercial? No, esto no, siempre los mismos intereses; ¿qué es lo que defienden?, porque los precios más altos de Madrid están en este barrio, el mercado es el más caro de la zona, sin duda.
También dice que «lograron la mayor manifestación del movimiento vecinal». Es cierto. Pero lo que no dice esta carta es que la manifestación fue posible por la unión de todas las asociaciones de Madrid, que ese día se concentraron en nuestro barrio, que, como es natural, nada tenían que ver con La Vaguada. Así, sólo así, pudieron reunir varios centenares de manifestantes, bajo el asombro de los vecinos, que nos mirábamos sorprendidos, porque la participación del barrio fue escasísima, ya que ninguno de ellos había provocado tal manifestación.
También dice: «Caluroso recibimiento del barrio a Tierno», refiriéndose a la visita del alcalde hace unos días. Esto es tan fantástico que la guerra de las galaxias se queda corta ante esta manifestación. Precisamente este recibimiento se hizo frente a mi casa y puedo asegurar que, aparte de los cuatro de siempre y los curiosos de turno, el número de personas congregadas no alcanzó la cifra de sesenta.
Esto que digo no quiere decir en absoluto nada en contra del señor Tierno Galván, pues precisamente cuenta con mis mayores deseos de que triunfe en sus gestiones para bien de Madrid.
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