La Patronal no rechaza en su conjunto el proyecto de estatuo de los trabadores

La patronal « no está absolutamente satisfecha» ante el contenido del proyecto de estatuto de los trabajadores, según se puso de manifiesto a lo largo de las intervenciones registradas durante la asamblea general de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) celebrada ayer, coincidiendo con el segundo aniversario de la constitución de la primera patronal del país. No obstante, el secretario general de la organización y principal artífice de la política laboral de la misma, José María Cuevas, trató de tranquilizar a los asambleístas que mostraron su preocupación por un posible empeoramiento del texto que finalmente salga de las Cortes, al afirmar que «las leyes saldrán mejor o peor; pero, señores, las relaciones laborales.en este país no las van a definir las leyes, sino los empresarios y los trabajadores».Con esta afirmación, José María Cuevas transmitía a los empresarios el mensaje que trata de inspirar la política laboral a desarrollar por la CEOE: «Hay que acabar con el intervencionismo de la Administración, pero en todos los sentidos. El empresario debe asumir su responsabilidad de negociar con los sindicatos el marco de relaciones laborales que a ambas partes interesa sin recurrir al Gobierno para qué nos delimite el terreno de juego a través de leyes.»

La segunda asamblea general de la CEOE, ajena a los temas internos de la organización en su mayor parte, se centró casi exclusivamente en el tema laboral, con especial atención a la adopción de una postura concreta por parte del patronato español ante el proyecto de estatuto de los trabajadores elaborado por el Gobierno y remitido ayer a las Cortes para su debate.

La intervención mas contraria al proyecto del estatuto corrió a cargo de Emilio Meneses, de Confemetal, quien calificó el texto como «estatuto de los no trabajadores», «ya que trata de proteger más al gandul que al trabajador y fomenta la vaguería», en opinión del dirigente patronal.

Entre las críticas apuntadas por el señor Meneses al proyecto legal, destacó la complejidad de calificaciones de trabajos penosos que contempla el mismo y que afectará negativamente al sector metal de manera especial, así como el endurecimiento de la fórmula de despido disciplinario. Terminó su intervención culpando exclusivamente a los empresarios de que el texto remitido por el Gobierno «sea tan negativo, ya que no hemos sido capaces de hacernos entender en nuestras aspiraciones», y pidiendo rigor al Gobierno para que legisle de acuerdo con la Constitución, «que consagra como modelo económico el de libre mercado».

No parece que fue muy bien acogida la propuesta del señor Meneses en el sentido de que se busque entre los parlamentarios la presentación de una enmienda a la totalidad del proyecto, con el fin de que se redacte un estatuto de la empresa en vez de los trabajadores sólo, ya que en su opinión la emppresa debe acoger a las partes de la producción en su conjunto, es decir, patrono y trabajadores.

La única referencia a la propuesta del señor Meneses en las intervenciones que siguieron, por parte del responsable de la negociación colectiva, Arturo Gil, se limitó a señalar la necesidad de que el estatuto de los trabajadores no supusiera una generalización de normas laborales, «aspecto este en el que coincide la UGT, que pretende dejar reducido el proyecto a su segundo capítulo, relativo a los derechos y deberes de los trabajadores».

Negociación colectiva

El otro gran tema objeto de atención por la asamblea fue la negociación colectiva. En este capítulo, la CEOE se mostró dispuesta a potenciar un comité de planificación y seguimiento de la negociación colectiva, a lo que parece impulsar la buena acogida obtenida por «el intento de ensayo de coordinación de la actual patronal que hemos desarrollado durante la última etapa.de negociación de convenios». En relación con este tema, y a propósito de la posible revisión de convenios, una vez superado el límite de crecimiento del coste de la vida contenido en la cláusula de salvaguarda a la que se ajustaron los convenios negociados en el presente año, la CEOE exigió por parte del Gobierno una postura definida para actuar de acuerdo con ella.Finalmente, entre los temas que al margen del estatuto de los trabajadores y la negociación colectiva se apuntaron a lo largo de la asamblea, destacó -aunque su exposición fue muy sucinta- el pronunciamiento patronal a favor de la privatización de la Seguridad Social.

La intervención del presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat, ante la asamblea se extendió en una detenida exposición de la política desarrollada por la organización desde la anterior asamblea, con especial mención a la postura adoptada tras las últimas elecciones generales, y concluyó reclamando la urgente adopción de un programa económico por parte del Gobierno, concretado en la efectiva y constante dedicación del mismo «y de su presidente a los graves problemas de la economía».