_
_
_
_
LA LIDIA

Con los jeromos volvió la seriedad a Las Ventas

Garciarromeros. Los toros de Jeromo. Cuando hay garciarromeros en el ruedo es que no tenemos figuritas en el cartel. Los garciarromeros-jeromos, ya se sabe: pegan bocaos. O no los pegan, pero venden caras sus vidas. Por supuesto que los trianas-manguis-y compañía no hicieron el paseíllo el domingo en Las Ventas, y en curiosa coincidencia no apareció por los chiqueros la becerrada habitual. Por el contrario, los garciarromeros-jeromos, sin ser nada del otro jueves (alguno hubo más que terciado), tenían trapío. Y sobre el trapío, ese genio que les tiene hecha una fama en Madrid, de cuando la anterior empresa soltaba los productos de este hierro una tarde sí y otra también, para terror de los incautos que debían ponerse delante.Por supuesto que los novilleros no dominaron este género (en realidad, más manejable que lo habitual), y el debutante mexicano, Armando Montoya sufrió una cornada por quedarse en la cara del tercero a la salida de la chicuelina. El novillo hizo por él después de la voltereta y le metió el pitón en la pierna con tanta fuerza que todos pudimos apreciar el boquete y la lengua de sangre que corría hasta la zapatilla. A causa del percance el festejo quedó en un mano a mano sin interés posible, porque era muy desigual: José Lara iba a por todas, mientras Juan Gaona -otro debutante-, a por ninguna.

Plaza de Las Ventas

Novillos de García Romero, bien presentados, cumplieron con los caballos, excepto el sexto; bravo el tercero, con casta y dificultades. José Lara: Pinchazo y otro hondo contrario tirando la muleta y rueda de peones (aplausos y salida al tercio). Pinchazo hondo y dos descabellos (aplausos). Pinchazo y estocada delantera contraria tirando la muleta (silencio). Juan Gaona: Dos pinchazos y bajonazo, siempre tirando la muleta (silencio). Estocada (silencio). Pinchazo, estocada corta atravesada y descabello (silencio). Armando Montoya: Herido en su primero al torear de capa. Sufre cornada de veinte centímetros en pierna izquierda, que produce destrozos en músculos extensores, lesionando el nervio ciático poplíteo externo. Pronóstico grave. Presidió bien el comisario Del Río.

Ni el esforzado ni el absentista pudieron con sus enemigos, pero sería injusto calificarlos con la misma nota en este examen de junio. Lara puso coraje, entrega y torería, aunque los recursos le fallaban. Alternaba series de muletazos ceñidos y bien trazados con carreras tirando el engaño o desarmes. Cabe interpretar aquí que su valor y afán de triunfo eran muchos, pero había que contar con la casta de los garcíarromeros-jeromos, que se crecían y no estaban dispuestos a dejarse ganar la pelea. Al primero, aunque mostraba sucesivamente las condiciones negativas de reservón, probón y gazapón, le obligó en tandas de naturales muy meritorias. Al que cogió a Montoya, que fue un berrendo bravo y encastado, le instrumentó unos estatuarios escalofriantes y luego vino lo bueno de los derechazos y lo malo de los achuchones y pérdida de trastos, cuatro o cinco veces. Abrevió en el cuarto, que tenía media arrancada, mal estilo y echaba la cara arriba. Evaluación global: suficiente.

Al contrario que Lara, Gaoría no estuvo desigual, sino uniforme en sus intervenciones precavidas y desangeladas. Por supuesto que no se impuso al segundo, que exhibía genio, pero tampoco a los manejables quinto y sexto. Torero de hola y adiós, por lo escasito de recursos que se le vio el domingo y dio la, sensación de que no está capacitado para volver a la Monumental. Evaluación global: insuficiente.

La novedad fue que, salvo la protesta a un novillo derrengado -rápidamente devuelto al corral, por cierto; así hay que hacer siempre, señor presidente-, no hubo quejas por la presentación de las reses. Algunas doblaron las manos, pero el público pasó por alto el detalle, quizá porque había trapío y casta, que son características básicas en el toro de lidia. O sea, que transcurrió la novillada sin broncas y almohadillazos, como ocurría otras tardes echadas a becerros. Es verdad que faltó mucho personal, y el que había era turistas, la música y acá. Pero no importa: cuando la afición se oriente de que nuevamente hay seriedad en Las Ventas, volverá. Se supone.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_