Holanda investiga un presunto robo de documentos nucleares
Una comisión interministerial holandesa, integrada por representantes de los Departamentos de Asuntos Exteriores, Economía e Interior, investiga la posibilidad de que un científico paquistaní haya sustraído hace cuatro años los planos técnicos de la central de Almelo, para reprocesamiento de uranio, un proyecto financiado mayoritariamente por la República Federal de Alemania, en el que participan también Gran Bretaña y los Países Bajos. El científico objeto de sospechas, el doctor Abdel Kader Khan, permaneció entre 1973 y 1975 como becario en un laboratorio de Amsterdam en el que tuvo acceso a los planos de Almelo y a las fórmulas del proceso de ultracentrifugación del uranio.De regreso ya en su país, fue nombrado director de un proyecto nuclear que, dadas las características conocidas, podría culminar con la producción de la bomba atómica. Según parece, desde 1975 han entrado en servicio uno o varios centros nucleares en los que se aplica el modelo holandés. Como factor que lo prueba se cita el encargo realizado en las últimas semanas a empresas occidentales de piezas correspondientes a centrales para el reprocesamiento del uranio.
Según una información difundida por la estación de televisión norteamericana CBS, Libia ha aceptado la financiación de una serie de proyectos atómicos paquistaníes. La propia Libia está interesada en importar tecnología nuclear. Hace dos meses, una delegación del Gobierno de Trípoli visitó los Países Bajos con el fin de negociar la construcción de centrales nucleares en este país mediterráneo. No se descarta, dado este interés, que el presidente Gadafi proponga un acuerdo sobre esta materia al ministro alemán de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, que se encuentra en visita oficial en Trípoli. Al comienzo de esta visita, el pasado martes, se dio a conocer que el Gobierno libio garantiza el envío de petróleo a la República Federal de Alemania. Con 10,9 millones de toneladas de petróleo importadas por la RFA de Libia en los nueve primeros meses del pasado año (equivalentes al 15,9% de la importación total de Bonn en este sector), Libia es el segundo proveedor de crudo a Alemania occidental, tendencia que se ha afirmado al quedar congelados los envíos del primer suministrador, la República iraní.
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