Alberto Corazón: "El diseñador es mi operador cultural

Alberto Corazón (Madrid, 1942), uno de los más destacados y polémicos diseñadores gráficos españoles, expone actualmente, en la librería Antonio Machado, de Madrid, una muestra de su producción durante los dos últimos años. Muestra organizada por cielos temáticos, con carteles cinematográficos -Reina Zanahoria, de Gonzalo Suárez-; teatrales, como los de la pasada temporada del Centro Dramático Nacional y portadas de libros.

Corazón, licenciado en Ciencias Políticas y Económicas, profesor de antropología, cofundador de empresas editoriales -Ciencia Nueva, Comunicación-, ha sido premio del Arts Director Club de Nueva York, la más importante organización profesional del mundo, premio LAUS M British Council, ha participado en las Bienales de París y Venecia, y es autor de cuatro libros sobre la materia. Asimismo ha realizado trabajos en Italia, Indonesia, Canadá, Islandia, Alemania, Austria y Venezuela.

Pregunta. ¿Qué papel cumple el diseñador en la sociedad actual?

Respuesta. Como diseñador gráfico sé que el hombre no tiene otros modos de comunicarse que a través del lenguaje fonético o gráfico; que toda nuestra actividad conceptual, pensante, memorística y de aprendizaje se establece a través de formalizaciones gráficas; que todo lo que podemos aprender e imaginar lo hacemos a través de analogías, que se expresan en forma gráfica; que el mundo, la realidad en que trabajamos, amamos, aprendemos, nos divertimos, es una realidad en la que nos orientamos y comunicamos básicamente a través de lenguajes gráficos.

P. ¿La razón de esta exposición?

R. El marco de esta muestra trata sólo de evidenciar cierto aspecto de mi trabajo. El desconocimiento del gran público del territorio del diseñador desaconsejaba un planteamiento excesivamente técnico, lo que, unido a las limitaciones de la sala, me hizo elegir el criterio de mostrar tan sólo el aspecto directo e inmediato de algunos de mis trabajos de los dos últimos años. He evitado cuestiones metodológicas o trabajos más «científicos», los que se derivan de la creación y uso de sistemas de señales.

P. ¿Qué atención se presta al diseño como producto cultural?

R. Entendiendo la cultura en su sentido antropológico, instrumental, de uso, el diseñador es un « Operador cultural », y su trabajo es insustituible como comprensión de los hábitos, expresiones y carencias de nuestro tiempo. Frecuentemente, como intelectuales, parecemos estar absorbidos por una óptica exclusivamente literaria. No acabo de comprender cómo las secciones culturales de los medios de comunicación no prestan más atención al uso de la realidad que evidencia el diseñador. La sustitución del arquetipo por el repertorio, por ejemplo, es un parámetro básico para comprender el cambio tanto de nuestra comprensión científica de lo real como de la evolución de nuestro psiquismo. El etnólogo del paradigmático año tres mil sabrá más de nosotros a través de nuestras comunicaciones gráficas que de cualquier otra cosa. Y creo que nosotros también.