Críticas argelinas al comunicado conjunto hispano-marroquí

La prensa oficial argelina rompió ayer su silencio en torno a los resultados de la visita oficial a Marruecos por los Reyes de España, para criticar el contenido del comunicado conjunto hispano-marroquí y estimar que el mismo contradice en parte el texto hispano-argelino firmado por el presidente Adolfo Suárez en todo aquello que concierne a la descolonización del Sahara occidental.

Los medios argelinos han actuado, sin embargo, con una delicada mesura al emitir tales críticas en las columnas del diario de expresión árabe Ech Chaab, aunque la agencia oficial de prensa APS distribuyó en su servicio francés una traducción de lo que puede considerarse como la expresión de una limitada crítica y un implícito llamamiento al Gobierno español para que clarifique su actitud en torno al Sahara, a pocos meses de que tenga lugar la Asamblea General de las Naciones Unidas.Las acusaciones de Ech Chaab no comprometen, oficialmente, al Gobierno argelino, y hasta puede afirmarse que éstas son el fruto de un desconocimiento de todos los vericuetos por los que se desliza la posición oficial española, pero lo más significativo es que los argelinos planteen con relativa crudeza el interrogante de saber si el rey don Juan Carlos y el presidente Suárez tienen dos políticas o puntos de vista diametralmente distintos sobre el tema sahariano y si, como dice el rotativo argelino, «no se sabe exactamente si es el Rey o Suárez quien habla en nombre de España».

Lo que ha dolido a los argelinos es la frase del comunicado hispano-marroquí en la que se afirma que las responsabilidades de España en el Sahara occidental terminaron definitivamente el 26 de febrero de 1976, ya que se considera que ésta se encuentra en contradicción total con otro párrafo del comunicado hispano-argelino, suscrito por Suárez, en el que se dice que «el fin del mandato español no significa la transferencia de soberanía de un territorio que no es considerado independiente según el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas».

Acto seguido el articulista afirma que si España mantuviera «una política de circunstancias, desprovista de principios», esto abriría una amplia brecha a las especulaciones, las dudas y el maniqueísmo sobre el tema y se resentiría «el futuro de España en Africa».

Ese futuro, según Ech Chaab, reposa en el «imperioso deber» de concluir la descolonización del Sahara occidental en conformidad con las resoluciones de la ONU, la OUA y el movimiento de países no alineados.

Afirmar, entonces, que España mantiene sus responsabilidades «morales y políticas». no parece llenar por completo el vacío creado aquí por los resultados de la visita del Rey, aunque en principio en Argelia se estimó que tal viaje no mermaría el crédito abierto por el propio Suárez en la estimación argelina.

El diario argelino termina diciendo que, a pesar del mal gusto que tiene para este país la píldora marroquí, lo mejor es mantener la serenidad y esperar una eventual clarificación de la posición española «de forma que no nos veamos obligados a calificar la diplomacia española de oportunista...».

Desconfianza argelina

Estas acusaciones parecen ser más el fruto de la desconfianza con que altas instancias del partido único argelino, el FLN, observan la evolución de las relaciones con Madrid. que la visión pragmática y positiva que mantienen los círculos del Gobierno y la cancillería.