"País Vasco: ser o no ser de la democracia española"
«En la solución del problema vasco se juega el ser o no ser de la democracia en España», afirmó el secretario general de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, en el transcurso de una rueda de prensa celebrada ayer en Sevilla. Sería muy difícil, añadió, que pudiera conservarse la democracia en nuestro país tras una intervención armada en Euskadi.El señor Camacho subrayó que el terrorismo sólo tiene un color y que su objetivo es inhibir a las masas de la acción social y política y desestabilizar el país, por lo que es enemigo declarado de los trabajadores y del progreso. El líder de CCOO reconoció que las simpatías hacia la organización ETA empiezan a penetrar en ciertos núcleos de trabajadores vascos que sufren los azotes del desempleo.
Marcelino Camacho indicó, por otra parte, que estaban madurando las condiciones para una gran acción nacional y generalizada contra el paro y por los derechos laborales de los tres sectores fundamentales en que hoy se divide la clase obrera: trabajadores con empleo que ven cómo el coste de vida sube más del 6,5% previsto, trabajadores de sectores en crisis y con riesgo evidente de perder su puesto de trabajo y trabajadores en situación de desempleo.
Esta acción, continuó, deberá basarse en la reivindicación de un plan de solidaridad nacional para salir de la crisis, «que va a durar aún cierto tiempo y que incluso va a agravarse si persiste el actual modelo de crecimiento económico. El que trabaja tiene que ayudar al que está en paro, el que tiene recursos debe invertirlos y las regiones desarrolladas han de sacrificarse en favor de las subdesarrolladas», resumió Camacho.
El secretario general, de CCOO criticó al Gobierno por su negativa a normalizar la situación laboral del país, «siguiendo fielmente las instrucciones de la gran patronal».
La visita de Camacho ha estado enmarcada en los preparativos que se vienen -haciendo para la jornada de lucha contra el paro en Andalucía, convocada para mañana, día 20, por CCOO y UGT, y que incluye la realización de huelgas, asambleas y manifestaciones en las ocho provincias.
El manifiesto publicado por ambas centrales con motivo de esta jornada exige la concesión inmediata de 15.000 millones para el empleo comunitario agrícola y otros 10.000 para los trabajadores de la industria y los servicios que carecen de seguro de desempleo, con medidas de control y distribución de estas cantidades por parte de los sindicatos.
En relación con el desempleo juvenil, el manifiesto de UGT y CCOO solicita la promulgación de una ley que contemple mayores desgravaciones fiscales para los empresarios que amplíen a un año el período de contratación, fomento del llamado trabajo social y reconversión de los sectores en crisis.
Por lo que respecta a medidas de carácter estructural, el plan de Comisiones y UGT propugna la puesta en marcha de una reforma agraria que parta de la aplicación de leyes sobre función social de la propiedad, préstamos al pequeño y mediano campesino, potenciación de cooperativas agrícolas y política de regadíos, entre otras medidas.
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