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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Lo mejor de Leonard Cohen

Lo mejor de Leonard Cohen es su obra y lo mejor de esta obra es Leonard Cohen. No es un juego de palabras; es el hombre y sus circunstancias hechos uno.Esta recopilación de las canciones (poesías) de la última década en la vida del cantautor trae consigo el mensaje importante de lo que han significado estos diez años en la historia moderna. En sus propias palabras, al abrir esta edición de su obra, Cohen relata: «Desde finales de los sesenta hasta mediados de los setenta hemos podido observar muchos cambios en la sociedad. Han sido tiempos de una gran expectación apocalíptica. (...)»

Partiendo de la base del tumultuoso 1968, el año que más profundamente marcó el cambio social moderno, la edición recoge la obra de Leonard Cohen tal como apareció en el mercado de la música del mundo, en cinco apartados, de 1968 a 1977. El libro se llama Leonard Cohen, Canciones, pero es también Leonard Cohen, poesías, y Leonard Cohen, una vida. El hombre es, ante todo, un poeta, y el poeta es, ante todo, un hombre.

Leonard Cohen, Canciones

Editorial Fundamentos. Colección Espiral. Traducción de Alberto Manzano. Madrid, 1979.

Alberto Manzano ha recopilado lo mejor de Cohen en un Cohen histórico y en el acertado prólogo crea un eslabón que ayuda a unir estos últimos diez años tan distintos. Nos cuenta y nos pregunta a la vez: «Cohen ya ha atravesado su primera década como cantante -¿un cantante que recita canciones?, ¿un poeta que canta poemas?»

En realidad no se podría distinguir entre una cosa u otra. La extraordinaria sensibilidad de Leonard Cohen era conocida en España a través de sus canciones, con la lectura de los mensajes narrativos de sus poemas y más recientemente en novela. La soledad, el amor, la política y la protesta social son los puntos de referencia que distinguen la obra de este canadiense. La nostalgia y el recuerdo complementan y acompañan, pero Cohen es, ante todo, el producto de su propia soledad, de donde saca la tristeza y la esperanza.

En su álbum Canciones de Leonard Cohen (1968) la canción Oye, esta no es manera de decir adiós demuestra una rigidez con «pero dejemos de hablar de amor o cadenas / y de cosas que no podemos desatar». A la vez, en el mismo álbum, la canción Historias callejeras acerca la esperanza a esta soledad perenne con: «Apoyado en el antepecho de mi ventana / de este viejo hotel que elegí, / sí, una mano en mi suicidio / y la otra sobre la rosa.»

A la mitad de la década, en 1973, aparece Canciones en directo, el momento propicio para Atravesando. Cohen se abre y nos cuenta: «Atravesando, / atravesando, a veces feliz, / a veces triste, contento de haberte conocido, / dile a la gente que esta canción / está atravesando.» La protesta, omnipresente, sea el amor, sea el odio, sea la guerra, sea la paz, atraviesa la obra de Cohen como atraviesa la historia. 1974 da lugar a Nueva piel para la vieja ceremonia, y Hay una guerra deja su marca y su protesta bien clara ante la sociedad. «Hay una guerra entre el rico y el pobre,/una guerra entre el hombre y la mujer, / hay una guerra entre los que dicen que / hay una guerra y los que dicen que no la hay.»

Le han comparado constantemente con Bob Dylan; no es Dylan, pero tiene parte de Dylan, como todo hombre tiene parte de cada hombre. Alberto Manzano resalta «lo mejor» de Leonard Cohen: «Sinceramente, creo que Cohen no puede pasar sin nosotros, y que su vida es tan intensa que nosotros necesitamos sus experiencias.»

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