El Gobierno entiende que su apretado programa legislativo no es un desafío al Parlamento

El Gobierno no considera que el calendario legislativo para el desarrollo de la Constitución (55 proyectos de ley que tendrán entrada en el Congreso en el período comprendido entre el presente mes de junio y el mes de mayo de 1980), suponga un desafío al Parlamento ni perjudique la iniciativa legislativa de los grupos parlamentarios. «Se trata, en todo caso», dijo el ministro de la Presidencia, José Pedro Pérez Llorca, en la conferencia de prensa celebrada tras el Consejo de Ministros que aprobó el calendario, «de un desafío histórico,.»

El ministro afirmó que el Gobierno había estudiado el programa de desarrollo de la Constitución y su calendario en dos largas sesiones. «Hemos tratado de definir, partiendo de nuestros presupuestos ideológicos, del programa electoral de UCD y del programa expuesto por el presidente Suárez en el acto de investidura, la iniciativa del Gobierno en el campo del desarrollo legislativo de la Constitución, fijando un orden de prioridades y un calendario coherente y racional.»El señor Pérez Llorca explicó que este programa no exluye acciones puntuales del Gobierno en materias tanto del desarrollo constitucional como de otros aspectos jurídicos. Agrupó los proyectos de ley que componen el programa legislativo gubernamental en los siguientes capítulos: creación o renovación de órganos constitucionales, leyes sobre la estructura y funcionamiento de los organismos del Estado, leyes para la puesta en marcha de las autonomías y leyes sobre libertades públicas. Para atender a la demanda social, se ha concedido prioridad política a otras normas.

Interrogado sobre si un alud semejante de proyectos de ley en el Congreso de los Diputados no exigiría una reforma del reglamento de la Cámara, a fin de simplificar los trámites, el señor Pérez Llorca dijo que el Congreso era soberano en relación con su reglamento interno y que, por otra parte ' el texto actual contenía preceptos aún inéditos que permiten acelerar esos trámites.

El señor Pérez Llorca acentuó la importancia del programa legislativo gubernamental y afirmó que «la obligación de la oposición será decir que este paquete no está bien hecho».

En relación con el período real de tiempo que el Parlamento necesitará para estudiar y aprobar, en su caso, todos los proyectos de ley remitidos por el Gobierno, José Pedro Pérez Llorca dijo que se trataba de un programa ambicioso, pero coherente y realista, y que se había tenido en cuenta para la confección del calendario el marco temporal de un año.

El ministro de la Presidencia repitió en dos ocasiones que el Gobierno no tenía el menor ánimo de desafío hacia el Parlamento, sino que, por el contrario, estaba dispuesto a colaborar. Agregó que, aunque el programa legislativo se había hecho desde la perspectiva de la ideología de UCD, no quería decir que no se asumiera la necesidad de acuerdos amplios, especialmente en aquellos textos que se refieren a la estructura del Estado. El señor Pérez Llorca afirmó que no había habido consultas con la Oposición, y señaló que aunque no estuvo presente en el almuerzo celebrado en la Nunciatura con asistencia del presidente del Gobierno y seis ministros, entendía que no se había tratado en él nada relativo con la ley del divorcio o con la reforma del Código Civil.

En relación con la queja expuesta en algunas ocasiones por la Oposición en el sentido de que se restringía la iniciativa legislativa de los grupos parlamentarios, el señor Pérez Llorca dijo que lo usual en cualquier país democrático es que el programa legislativo se ciña a la iniciativa gubernamental. «No se trata de ninguna práctica viciosa -añadió-, sino de algo habitual en los países de Occidente.