Stephen Horvath,
ingeniero aeronáutico australiano, de 49 años, ha asistido al reconocimiento oficial de su invento -un automóvil propulsado por hidrógeno- por parte del primer ministro de Australia, John Bjelke-Petersen. «Constituirá un acontecimiento revolucionario en la industria del motor, y terminará con la dependencia australiana de los países productores de petróleo, y resolverá el problema de la contaminación», dijo el primer ministro.
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