Una familia bastante notable
Seymour Glass, el Mayor de los hermanos, se suicidó mientras estaba de vacaciones con su esposa en Florida. Muerto y todo, su presencia es constante a lo largo de la particular saga que un escritor norteamericano, no menos particular, escribió desde 1953 a 1963 en nueve cuentos y tres novelas cortas. Si el espectro de Seymour pesa más que ningún otro, la verdad es que todos los hermanos «entran con frecuencia considerable en el argumento, como otros tantos fantasmas de Banquo». Seymour creyó tener una enfermedad de la piel consistente en una erupción que le producía el contacto con los demás. Poco antes de tomarse la muerte por su mano dice a una niña en la playa que, si está atenta, podrá ver al «pez plátano» (algunos críticos han considerado en numerosos folios que ese pez plátano es el propio Salinger. Lamentamos no poder explicarlo mejor ... ). Tampoco podemos extendernos más sobre el mayor y más conflictivo de los hermanos: lean Un día perfecto para el pez plátano, publicado en 1953, dentro de los nueve cuentos, y recientemente editado por Bruguera. Lean también Seymour: una introducción, intento de comprensión y teoría de la vida desde un obsesionante cariño a cargo del hermano menor. Esta novela, con Levantad la viga, carpinteros, han sido también editadas recientemente por Bruguera. Hasta ahora sólo podía leerse a Salinger en versiones latinoamericanas que, si no conseguían eliminar el encanto insolente del original, clamaban a gritos por la necesidad de nuevas traducciones.Casi todos los relatos de Salinger se refieren a la extraordinaria familia Glass, y para leer cualquiera de ellos -como el que ahora nos ocupa- conviene tener presente una lista de los miembros que la componen: papá y mamá; Seymour; Buddy, el escritor; Boo Boo, madre de familia; Walt y Waker, gemelos (el primero, muerto en la guerra; el segundo, sacerdote católico), y los pequeños Franny y Zooey, chica y chico, protagonistas de este libro dividido en dos partes y escrito en 1961, que Bruguera nos ofrece ahora en edición de bolsillo (en 1978 ya lo había incluido en la colección Narradores de Hoy). Franny es mística e inteligente. Zooey quiere ser actor, sueña con sus hermanos y sufre de quererlos; discute interminablemente con su madre, intenta comprender a su padre, y fue (después de Seymour; siempre todo «después de Seymour») el segundo en celebridad dentro del concurso radiofónico Es un niño sabio, en el que brillaron como estrellas inolvidables todos los hermanos Glass.
Franny y Zooey, por J
D. Salinger.Bruguera Libro Amigo, 1979. 204 páginas.
Pero hay otros personajes -no menos inolvidables- que no pertenecen, aparentemente, a esta singular familiar: Holden Caulfield sobre todos, el héroe del Cazador oculto, la primera novela de su autor, libro irrepetible, imposible, indefinible..., y, sin embargo, cierto (pueden leerlo en Alianza Editorial, llamado El guardián entre el centeno, título quizá más literal, pero algo desorientador para quienes teniamos el hábito de la otra traducción). Por supuesto, digo que «aparentemente» no es un Glass porque -en definitiva- esta frágil especie de ser humano a la que su autor dio nombre de cristal constituye un misterio que abarca a cualquier criatura nacida de Salinger. Abarca, pues, al propio Salinger, cuyo misterio es el mayor de todos: más de diez años sin escribir, habiendo producido los relatos más personales de la literatura contemporánea americana. Hombre generalmente Sin rostro, hasta las ediciones que suelen adornar contraportadas con retratos y biografías aparecen huérfanas de datos cuando de Salinger se trata.
Babelia
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