ETA militar pensaba secuestrar al presidente de la Asamblea francesa

El presidente de la Asamblea Nacional francesa, diputado, alcalde de Burdeos y antiguo primer ministro, Jacques Chaban Delmas, ha podido o pudiera ser víctima de un secuestro ejecutado por ETA militar, dijeron ayer medios solventes. Por otra parte, fuentes próximas a la organización nacionalista vasca afirman que sobre los refugiados vascos en Francia pesa la amenaza constante de mercenarios subvencionados por el Gobierno español.

Las noticias que han configurado la posibilidad del eventual secuestro del señor Chaban Delmas proceden de la policía de Burdeos y «gracias también a la alerta de varios indicadores infiltrados en ETA», según afirmaba ayer el comentarista del diario progubernamental sensacionalista France-Soir.Según parece, desde hace ya algunas semanas un comando de ETA ha realizado tres ensayos generales del secuestro por los alrededores de la casa de campo que el presidente de la Asamblea posee en Ascain, en el País Vasco francés, al lado de la frontera española.

Estos simulacros de secuestro, dicen las fuentes indicadas que se han realizado durante la noche y que, en cada caso, el comando ha Conseguido acercarse al chalet denominado Jaureguy'ko Borda, en donde descansa frecuentemente el antiguo primer ministro de Georges Pompidou.

Estas posibles operaciones sospechosas nocturnas, detectadas por la policía, indicarían que el señor Chaban Delmas las ha tomado muy en serio, ya que ayer las evocaba en una carta personal que le envió al presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing. En la misiva, el alcalde de Burdeos le pide al presidente de la República que, en caso de secuestro, no ceda a ningún tipo de chantaje que pudieran proponer los activistas.

En este sentido, le recuerda al señor Giscard d'Estaing que cuando era primer ministro en 1970, tanto él como los demás miembros del Gobierno se habían comprometido a asumir personalmente todas las consecuencias de un posible secuestro.

En aquella época, en efecto, varios políticos franceses habían sido amenazados de secuestro. La opinión francesa estima que la hipotética operación de ETA contra el presidente de la Asamblea se inscribe en la estrategia definida recientemente por los militantes vascos «contra los intereses franceses», con el fin de presionar al Gobierno de París para que rectifique su política represiva con los refugiados.

En relación con la situación de los etarras en Francia, según indicaciones de fuentes pronacionalistas vascas, desde hace algunas semanas crece la inquietud y las precauciones entre los refugiados políticos. Aseguran estas fuentes que «representantes» del Gobierno español en Francia dirigen operaciones anti-ETA destinadas a eliminar uno por uno a sus dirigentes y militantes.