El cardenal Wyszynski, en Roma para conmemorar al patrón de Polonia

El cardenal Stefan Wyszynski, primado de Polonia, llegó ayer a Roma procedente de Varsovia. En el aeropuerto fue recibido con todos los honores por toda una serie de personalidades vaticanas, entre otras, monseñor Rubín, secretarlo general del Sínodo de Obispos; monseñor Poggi, encargado en secretaría de Estado de los contacto con el este europeo; monseñor Joseph Glemp, obispo de Warmia, y el señor Kazimierz Azablewski, encargado de los contactos permanentes entre el Gobiemo de Polonia y el Vaticano.El primado de Polonia ha venido oficialmente para participar en las festividades en honor de San Estanislao, abiertas el domingo pasado por el Papa en la iglesia polaca de Roma. Entre otros actos, el cardenal Wyszynski celebrará una misa en la catedral de Asís, que es donde fue pronunciada la canonización de San Estanislao.

El domingo concelebrará misa con el Papa en la basílica de San Pedro.

Ayer tarde fue recibido por el papa Wojtyla en audiencia junto con miles de peregrinos polacos llegados a Roma para las festividades de su patrón y para acompañar al Papa mañana en el día de su cumpleaños en el viaje a Montecasino, con motivo del 35 aniversario de la batalla contra los nazis. El Papa ya ha anunciado que rezará «por todos».

En los ambientes vaticanos se respira mucho optimismo por el nuevo clima que el próximo viaje

Diez millones de banderitas

Y, por otra parte, la Iglesia, aunque con un cierto orgullo, ha asegurado a las autoridades que no desea crearles problemas con la visita del Papa, e incluso, ha exhortado a las parroquias a que manden sólo representaciones para evitar que los católicos polacos se lancen todos a la calle.Según estos informadores vaticanos y según las declaraciones de las autoridades eclesiásticas que llegan a Roma, el Gobierno se ha dado cuenta de que si la Iglesia polaca dijese una sola palabra, toda Polonia se lanzaría a la calle incluso desobedeciendo a las autoridades y dejando desiertas las fábricas y las escuelas.

Por eso, las autoridades, aunque no han concedido todo lo que el Papa deseaba, como visitar ciertos centros netamente obreros, «está concediendo, se dice en Roma, mucho más de lo que se podía espérar». El Gobierno ha preparado ya más de diez millones de banderitas del Vaticano y publicado 600.000 libros de misa. Según unas declaraciones del mismo Wyszynski en Polonia, «dadas las dificultades internacionales del Gobierno polaco, por ahora no podemos pedirle más».