_
_
_
_
_

Continúa la gravedad de la esposa de Krankl

Inge Krankl, esposa del delantero austríaco del Barcelona, gravísimamente herida en la noche del sábado, con estallido de hígado, tras un accidente de coche ocurrido en el cruce de las calles Diagonal y Numancia, sigue en el mismo estado tras la intervención del pasado domingo de madrugada. De todas formas, según han manifestado los doctores que la atienden, ha experimentado una ligerísima mejoría, aunque es todavía pronto para poder analizar el resultado de la operación. Hasta que no se cumplan las 48 o 72 horas de período posoperatorio, no se dispondrá de materia de juicio fiable.

Tras el accidente de la noche del sábado, cuando el matrimonio Krankl regresaba a su casa tras el partido Barcelona-Español, Inge fue la única de los cinco ocupantes del Mini que fue hospitalizada, ya que los demás, incluido Hansi, que viajaba a su lado en el asiento trasero, sólo sufrieron pequeñas heridas sin consideración. A las cuatro de la madrugada del domingo se inició la intervención quirúrgica, que no pudo ser empezada antes ya que la paciente sufrió dos paros cardíacos. La operación la realizó el doctor Sueiras, que fue llamado a la residencia de la Seguridad Social desde la clínica Corachán, donde se realizó la operación y donde todavía sigue (en la Unidad de Cuidados Intensivos) la esposa del goleador. La operación duró casi cinco horas y tras ella el doctor Sueiras declaraba: «En veinticinco años operando solo me he encontrado otro caso tan difícil como éste. Hay muy pocas esperanzas.» La operación hubo de realizarse sobre el hígado, que estaba parcialmente destrozado y también sobre el pubis, que estaba fracturado, aunque ahora la preocupación de los doctores se centra en su pulmón.Sin embargo, las horas van pasando y la paciente parece que se recupera lentamente. Un veterano enfermero de la clínica comentaba a EL PAÍS: «Inge ha querido y ha podido hablar con su esposo, lo que prueba que tiene decidida voluntad de vivir. Esto suele ser decisivo en casos como éste en los que la ciencia no se atreve a vaticinar resultados. »

Durante las últimas horas la clínica Corachán de Barcelona ha sido el escenario donde se ha mostrado la solidaridad del pueblo catalán y de otros muchos pueblos de España, ya que de los rincones más insospechados de la geografía española han llegado ofrecimientos de donantes anónimos de sangre que estaban dispuestos a viajar a Barcelona si hacía falta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_